Capítulo 72
El grupo de
investigación ya se había marchado, por lo que quedábamos dos grupos.
Etsu, al igual que la vez anterior, colocó la palma de la mano en una de las paredes de la habitación, repitiendo la contraseña que daba paso a las escaleras. Al intentar oírla, sospeché que la palabra que había dicho estaba en otro idioma, ya que se me olvidó en cuanto intenté pronunciarla.
Etsu, al igual que la vez anterior, colocó la palma de la mano en una de las paredes de la habitación, repitiendo la contraseña que daba paso a las escaleras. Al intentar oírla, sospeché que la palabra que había dicho estaba en otro idioma, ya que se me olvidó en cuanto intenté pronunciarla.
Esta vez, al
atravesar el pasillo, distraje a Bobby tanto como pude para que no se
asustara. Le hice un favor sí, pero se lo hice por pena y para
evitar que se quejara durante todo el camino. Es decir, que mis motivos
fueron un poco egoístas.
Llegamos al
laboratorio (o taller) en el que terminaba el túnel y nos
despedimos del grupo de material justo antes de que se fueran al
garaje. Ahora Jetwick, Etsu y yo estábamos solos.
-He pensado que este
lugar sería mucho más tranquilo y seguro para planificar nuestras
estrategias -aclaró Etsu, ajustándose sus gafas redondas con un
dedo-. Espero haber acertado.
No tardamos en
empezar a trabajar, y enseguida me reconocí el mérito que
tenía al haber formado los grupos así de bien. ¡Etsu era un genio!
Pensaba que nos iba a costar ver por dónde empezar, pero gracias a
él no nos detuvimos ni un instante.
-Teniendo en cuenta
la estrategia que ha planeado en la que indica que reservemos lo
mejor de nuestras propias habilidades, sugiero que tratemos este tema
con algo más de profundidad... -fue una de sus ideas-. Y, ya
puestos, ¿Por qué no enfocar esta estrategia desde otra
perspectiva? Lo que deberíamos hacer es centrarnos en un todo. De
esa forma, haremos que cada uno de los miembros de nuestro equipo
domine distintos ámbitos deportivos para así defenderse con una
mayor naturalidad durante una competición.
Me costaba seguir a
Etsu entre tanta palabra, pero me imaginaba lo que pretendía hacer.
-Entonces... lo que
dices es que deberíamos entrenar a cada miembro de nuestro
equipo para que sepa un poco de todo, ¿no?
-Precisamente. Y
opino que todos deberían mostrar sus habilidades al
resto. Lo básico, por supuesto. En ese caso, si por un casual
cualquiera de nosotros necesitara refuerzos, no tendríamos más que ir
en su ayuda mientras la persona en cuestión utiliza las técnicas más avanzadas
que no haya deseado compartir.
Vi por el rabillo del
ojo cómo Jetwick resumía lo que íbamos diciendo en un trozo de
papel.
-Entiendo -dije-.
¿Tienes algo más?
-La verdad, también
creo que, sea cual sea la estrategia enemiga, debemos transformarla
en algo de nuestra propiedad, puede que incluso teniendo que imitar a
los contrarios para causar confusión.
-Darles un poco de su
propia medicina... ¡Oye, esa idea me gusta!
-Pero también
implica dar giros inesperados con tal de hacernos con el mando...
Ajustarnos a ellos milímetro a milímetro, para ser exactos.
-Entonces dices que,
pase lo que pase, tenemos que controlar la situación...
-...como si nos
perteneciera desde el primer momento -terminó diciendo él-. Y,
Eria, tenga cuidado con...
-Ah... -bajé las
manos. No me había dado cuenta, pero había estado todo el tiempo
haciendo girar un pequeño destornillador que había sobre la mesa de
trabajo-. Lo siento.
Etsu dio un montón
de ideas más, cada una más brillante que la anterior, pero había
algo que faltaba en todas ellas... no sabía decir muy bien el qué,
pero aún había algo que nos quedaba por solucionar. Además, me iba
a explotar la cabeza con tanto vocabulario técnico y formal...
-¿Señorita Jumps?
¿Capitana? La noto un tanto ausente.
-Bueno, no es nada...
Etsu, tus ideas son geniales, pero creo que aún necesitamos algo que
las mueva. ¡Y deja las formalidades conmigo! ¡Llámame Eria y ya
está!
-De acuerdo... Eria
-lo dijo como si le ardiera la garganta al pronunciar mi nombre de
pila-. ¿Qué crees que falta en nuestra planificación? ¿Quizás
una actitud determinada?
-Algo así.
Necesitamos hacer que nuestro equipo dé una imagen a la hora de
actuar.
-¿Como parecer
intimidados o acobardados cuando realmente no es así?
-No -nos interrumpió
Jetwick, levantándose muy serio-. Dar miedo.
Etsu y yo nos
detuvimos a mirarlo unos segundos. El fluorescente que había sobre
nuestras cabezas parpadeó, haciendo que la luz blanca rebotara
contra las paredes metálicas del laboratorio.
-¿Intentar dar miedo
a los contrarios? ¿Te refieres a eso?-pregunté.
-Claro... Debemos
razonar como nuestros rivales, ¿no es cierto? -reflexionó Etsu-. ¿Y
por qué no crearles cierto respeto a través del miedo? Esto
implicaría demostrar nuestro potencial durante los próximos
partidos en pequeñas dosis y durante un corto intervalo de tiempo,
pero siempre sin llegar al punto máximo de nuestras capacidades...
-A mí la idea me
gusta -dije-. Tiene relación con eso de meternos en la piel del
rival. ¡Actuaremos como ellos y les atacaremos por la espalda,
siempre con el control de la situación! Nos va a hacer falta mucha
confianza en nosotros mismos para dar esa imagen, pero no creo que
tardemos en aprender y acostumbrarnos.
-Estoy de acuerdo
-afirmó Etsu-. Si me permitís... Creo que he hablado demasiado, así
que mi próxima idea es ir compartiendo nuestras ocurrencias por
escrito -sugirió Etsu. Creo que había averiguado lo mucho que me
costaba seguirlo, a pesar de sus ideas geniales. Me sentía un poco
culpable.
A partir de ese
momento, nos movimos incluso más rápido que antes. Dicen que lo
bueno, si breve, dos veces bueno. ¡Qué razón tenía el inventor de
este dicho!
Ni era la hora de
comer y ya habíamos terminado. Y, encima, los primeros.
Ahora estábamos
sentados sobre la alfombra de la habitación de Etsu y Teck,
esperando a los demás.
-Un trabajo genial
-reconocí-. Entre las ideas brillantes que has dado tú, Etsu, y tus
adaptaciones, Jetwick, nos ha quedado un plan bastante apañado.
Y ya estaban los dos
chicos dándome las gracias por los cumplidos y quitándose importancia. Típico.
Los grupos que
faltaban llegaron casi al mismo tiempo, todos satisfechos con su
labor.
-Mirad lo que
traemos... -nos mostró Teck: un par de cajas llenas de “material”.
Una vez que los tres miembros de este grupo las hubieron soltado en el suelo, sacó algunas varillas de una de ellas; unas
de goma, otras de plástico con la punta de algodón...
-Había modelos de
sobra, como podéis comprobar... -nos enseñó-. ¡Uno para cada
ocasión!
-¡Eh, eh! -chilló
Mia para llamar nuestra atención-. ¡Tenemos nuevos pasillitos para
ir al sitio supersecreto del bosque! ¡Y verás qué genial lo que
hemos descubierto por ahí!
-Creo que quiere decir
“pasadizos”... -rió Mirta apaciblemente.
-Me parece genial,
pero... chicas, ¿dónde se ha metido Delmet? ¿No estaba con
vosotras, Mirta?
-Pues sí. Dijo que
no tardaría en venir.
-Muy bien, pues lo
esperamos. Pero tengo que decir... que hemos decidido muchas más
estrategias de las que yo me esperaba en un principio -dije-. Siendo
sincera, no sé muy bien por donde deberíamos empezar... Pero sí
que tenemos una cosa clara: es fundamental que nuestro equipo pase
del todos al uno. Es normal que haya conflictos, que no todos nos
llevemos igual de bien... Pero lo básico como equipo es contar con
los otros en las dificultades, ¿vale? ¡Unirnos cuando veamos que la
cosa se pone fea!
-Y nuestra querida
parodia del Capitán América se acaba de perder tu hermoso discurso
-ironizó Teck. Oí resoplar a Mirta poco después, e incluso escuché
cómo la chica le pedía a Teck que se callara.
Pero, segundos después, el rey de la ironía no tuvo más remedio que tragarse sus
palabras.
-¡Creo que he
pillado algo de lo que estabas diciendo, capitana! -oí decir a alguien tras la puerta-.Vaya,
deberíais haber escuchado cómo sonaba su voz desde allí: chillona, pero con
fuerza...
Traté de ignorar el comentario sin ponerme a la defensiva. No fue tan difícil, pues lo
que llevaba Delmet en las manos en ese momento desvió mi atención.
Creo que eran cajas de CDs o algo así.
¿Era yo, o Teck
acababa de poner los ojos como platos?
Mejor no hacerse muchas preguntas. ¡Averiguaremos muy pronto lo que se traen éstos dos entre manos!
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