El equipo

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A veces...

Lo más divertido de la vida es el no saber el qué te deparará el futuro, ¿verdad? ~Eria Jumps

(Esta historia es ficticia, o al menos según Junie; Eria aún se opone completamente a esta idea...)

Golden Podium es un proyecto tanto escrito como dibujado que lleva en pie desde 2012. Tenemos una novela, dibujos, tiras... ¡y hasta un Motion Book! #goldenpodiumcomic

31 oct 2014

73. Una vía de salida... ¿hacia dónde?

Este año no hemos podido hacer lo del especial... Y por un motivo muy tonto: no sabíamos cómo cuadrar los capítulos con los días que teníamos para publicar. Fallo.
No hay problema, el especial está prácticamente terminado. El problema es... que vais a tener que esperar hasta el año que viene. ¡Lo sentimos!
Lo último que había ocurrido era que Delmet había traído consigo algo un tanto... sospechosos.

Capítulo 73 
¡Adivina lo que traigo, colega del alma! -exclamó Delmet a Teck con alegría-. ¡Justo lo que me habías encargado!
-¡Si yo no te he encargado nada, idiota! -le replicó él, ofendido.
-Oh, ¿ahora no te acuerdas? ¡Vamos, no me mientas ahora! Verás cómo lo disfrutas en cuanto lo veas...
Delmet colocó las tres cajas sobre una mesa mientras Teck las seguía atentamente con la mirada.
-¿Qué son? -le pregunté a Teck.
-¿Y crees que lo sé? ¡Ha sido ÉL el que se ha empeñado en llenar mi habitación con cosas inútiles!
-¿Inútiles dices? -sonrió Delmet-. Bueno, entonces me las llevo...
-¡NO! Esto, quiero decir... ¡quieto! -gritó Teck, extendiendo un brazo hacia Delmet.
-Oye, si Teck no las quiere, creo que me las podría quedar yo... -se ofreció Bobby.
-¿Pero QUÉ se supone que son? -le susurré a Bobby.
-Si son lo que yo creo... las tres películas de “¡Menuda Ola!” -me respondió mientras Teck seguía discutiendo con Delmet-. Las más veraniegas de la década. Y, como no, con actrices de primera...
Imaginé a Teck mirando fijamente la pantalla de televisión, sin parpadear para no perderse ni un detalle, mientras contemplaba a cada una de las actrices que aparecían luciendo bañador en la película. Dicho así, lo veía algo muy típico suyo...
Teck se detuvo cerca de la mesa donde estaban las cajas y las observó mientras se le escapaba una sonrisa bobalicona y se le encendían las mejillas.
-Pero claro, todo tiene un precio... -lo interrumpió Delmet, frotando sus dedos para simbolizar la palabra “precio”-. Y creo que ya sabes lo que te voy a pedir.
-¿Un billete para el Expreso Quinto Pino? -preguntó Teck, irritado.
-Nope. Incorrecto. Lo que te iba a pedir era... ¡que me montaras el cañón!
-¿Y crees que no lo recordaba cuando TÚ no has parado de darme la lata con el condenado cañón?
-Bueeeno, si no me lo montas no pasa nada: me llevo las películas y me largo. Tú decides.
Teck parecía estar en un apuro por culpa de lo que Delmet le estaba haciendo pasar. Con las mejillas al rojo vivo y con cara de estar pasándolo bastante mal, echó un vistazo a las cajas.
-Tú ganas -se rindió-. Pero las películas se quedan ahí.
Delmet no cabía en sí de gozo... ¡había triunfado!
-¡El bien siempre gana! -repetía una y otra vez mientras brincaba por la habitación.
Mirta se acercó a su amigo; ambos dieron vueltas sobre la alfombra sujetándose por los brazos.
-¡Vas a tener tu cañón, por fin! -rió Mirta.
Mientras tanto, Etsu dio a Teck un par de palmaditas en la espalda para animarlo. ¡Lástima!
-Cuando las pongáis, avisadme -dijo Bobby a Teck, señalando las películas disimuladamente.
Vaya, y pensar que hacía nada que en la habitación reinaba el orden... Hora de volver a él.
-Chicos, siento interrumpir... pero tenemos que hablar sobre lo que ha hecho cada grupo durante todo este tiempo. ¿Alguien se dispone a empezar?
-¡NO TOQUES ESO! -gritó Teck en dirección a sus películas; Imala, quien había estado pasando cuidadosamente un dedo por encima de una de las cajas, se agazapó rápidamente bajo la mesa.
Carraspeé para llamar la atención.
-Como decía... Tenemos que hablar sobre lo que hemos estado haciendo por grupos. ¿Voluntarios?
Mia levantó frenéticamente la mano.
-¡Tenemos algo genial! ¡Los pasillitos!
-”Pasadizos”... -la corrigió Mirta dulcemente.
-Como sea -dijo Mia agitando una mano-. ¡Tenemos muchos nuevos!
-El “atajo” estaba demasiado a la vista, así que pasamos de él y lo tapamos -sonrió Delmet ampliamente.
-Pero hemos descubierto algo sorprendente de verdad -susuró Mirta-: ¡un paso subterráneo!
Todos los miembros del equipo lanzaron una exclamación al oír esto.
-Y... ¿adónde lleva? -pregunté.
-Al otro lado del río -respondió Mirta-. Y hemos podido construir un puente con algunas piedras para cruzar a la zona secreta.
-”Zona secreta”... ¿Para qué gastar tanta saliva? ¡Necesitamos un nombre para eso! -puntualizó Bobby.
El Aro de Fuego! -exclamó Delmet.
-Propongo que, en honor a la zona central del campamento abekani, esta zona sea llamada “El Anillo” de ahora en adelante -sugirió Imala.
-El Anillo... ¡Suena interesante, y además es corto! ¿Nos quedamos con ese nombre? -pregunté.
Todos menos Delmet asintieron.
-Ejem, El Aro de Fuego... -repitió.
-¡Venga ya, Delmet, si ese nombre es casi mas largo que el que teníamos antes! Creo que, con tener un nombre corto y fácil de memorizar...
-Allá vosotros -me interrumpió-. Pero la próxima vez que hagamos esto, decido yo el nombre.
¡Vaya, hombre! Delmet sabía de encerronas como si se hubiera leído un libro para expertos sobre ellas.
-Lo que tú digas... -suspiré-. Mirta, continúa.
-Hay algo aún mas sorprendente aún -siguió ella-. Y es que, en el mismo túnel, ¡la vía se bifurca!
-¿Eh? -preguntó Mia extrañada-. Eri, ¿qué significa bi- “bicurfar”? Me suena.
-Bifurcar -la corregí-. Quiere decir que el camino se divide en dos.
-¡Ah, sí! -recordó-. Ya sé. Sí, el camino tiene dos pasillos. ¡Como una letra "Y" pocha!
-¿Y a que no adivináis por dónde sale el camino que va a la derecha? -preguntó Delmet sonriente.
-¡A los baños! -se animó a decir Bobby, levantando el dedo-. Era por si colaba...
A Mirta le brillaron los ojos de la emoción.
-¡Va justo detrás del muro que rodea la academia! ¡Tenemos otra vía al exterior!
No pudimos contener una segunda exclamación al oír esto.
-Y... ¿dónde se encuentra el principio del túnel? -susurré, haciendo que los demás también bajaran la voz.
-En el lado derecho del patio que da a la calle, si se mira hacia el edificio de frente -susurró también-. El túnel es, en verdad, una red de alcantarillado muy simple. Si se retira el cubo de basura de ese lado...
El timbre que anunciaba la hora de comer nos interrumpió.
-Lo comprobaremos otro día. ¡Buen trabajo, equipo! ¡Esta tarde os la dejo libre, os la merecéis!
Todos corrieron hacia la puerta vitoreando y dando palmas, Bobby el primero. Cómo se notaba que, para lo que quería, se daba toda la prisa del mundo...
Todos estaban contentos. ¡Todos menos Teck!
Etsu le puso una mano sobre el hombro.
-Te supervisaré. ¡No creo que se tarden más de veinte minutos en construir ese cañón! -lo animó.
-Bueno, supongo que ya no hay otra... -suspiró Teck.
Vi que Mia y Jetwick me habían estado esperando. Salí con ellos, contenta de tenerlos cerca.
-¡Tenemos que ir a verlo, Eri! -exclamó de repente Mia aferrándose a mi brazo.
-¿Qué? Creo que me he perdido... -dije, algo confusa.
-¡El cañón! ¡Tenemos que ver a Delmet utilizándolo! ¡Porfa, porfa! ¡Prometido!
-¿QUÉ? ¡NO! Esto... yo...
Pero no tenía ninguna excusa con la que zafarme de Mia. Resignada, asentí con la cabeza, y esta vez tuvo que ser Jetwick el que me diera palmaditas en la espalda.
Ya me habían planificado la tarde. Tierra, trágame...

Total, me toca estar ocupada. ¡A ver lo que pasa!

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