El equipo

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A veces...

Lo más divertido de la vida es el no saber el qué te deparará el futuro, ¿verdad? ~Eria Jumps

(Esta historia es ficticia, o al menos según Junie; Eria aún se opone completamente a esta idea...)

Golden Podium es un proyecto tanto escrito como dibujado que lleva en pie desde 2012. Tenemos una novela, dibujos, tiras... ¡y hasta un Motion Book! #goldenpodiumcomic

15 may 2015

87. Mil tropiezos y otros mil más

Atentos a cómo continúa este trepidante partido a punto de llegar a su final:

Capítulo 87
En medio de mi carrera, Teck pudo alcanzar mi frenético ritmo y correr a la par que yo.
-Eria, no quiero ser pesimista y reconozco que, al final, me ha gustado lo que has hecho... -dijo mientras jadeaba- pero me parece que... tu plan se ha acabado yendo a la porra.
Hala, qué directo.
-Pero lo hemos continuado -lo corregí-. El intento de Bobby ha merecido la pena. Y, lo admito, me ha gustado eso último que has hecho para marcar. ¡Parecías otro Teck! Buen... buen trabajo.
Él, sorprendido, se detuvo mientras yo seguía corriendo.
Qué raro oír algo así saliendo de mi boca. No soy muy de hacer cumplidos, pero decirle áquello a Teck mereció la pena.
Uf, qué lejos estaba Bobby. "¡Si tan sólo pudiera correr tanto como Jetwick!", pensé.
No me paré: estaba cargada de adrenalina al no saber lo que me iba a encontrar al llegar. Por lo menos intuía que, por cómo había caído mi compañero, debía de haberse lesionado; el resto era desconocido para mí.
¿Quién fue la imbécil a la que oí decir una vez eso de que lo más divertido de la vida es no saber el qué te deparará el futuro? Ah, espera, fui yo...
Durante la carrera, me crucé con muchos de mi equipo que compartían mis intenciones, así como con algún que otro enfermero al acecho.
-¡QUIETOS! ¡QUE NADIE SE MUEVA! -vociferé. ¡Y bien que vociferé! Todos siguieron mis órdenes al pie de la letra: ni un alma se acercó a Bobby mientras me dirigía a él. 
Bobby, evidentemente, no se había movido del sitio. Estaba boca arriba, con la mirada perdida en el cielo. Con la cara de póquer que me traía, era difícil imaginarme cómo se encontraba en realidad.
Me arrodillé junto a él a recuperar el aliento. No dijo nada. Intenté hablar un par de veces, pero no pude: me ahogaba con mis propias palabras por culpa del esfuerzo. Primero tenía que calmarme.
Una vez que conseguí respirar con la normalidad necesaria para articular una sola frase, le pregunté:
-Eh, justiciero, ¿cómo te encuentras? ¿Te duele algo?
Bobby seguía sin responder; sólo gemía. La tensión y lo rápido que me iba el corazón por ir a la carrera y por intentar hacerme el cuerpo a lo peor me ponían aún más nerviosa, me intimidaban.
Me armé de valor y le miré directamente a los ojos. Le brillaban... Le brotaban pequeñas lágrimas por el rabillo, pero éstas aún no se habían deslizado por sus mejillas; las estaba conteniendo. Por favor, no...
-Eria... -me interrumpió con un hilo de voz antes de que yo pudiera abrir la boca por segunda vez, cosa que estaba a punto de intentar-, no me he ganado para nada los donuts...
Eso fue el colmo. Me eché a reír escandalosamente y, en mi opinión, dando un poco de miedo, como una psicópata; me hacía demasiada falta liberar la tensión acumulada.
-No vamos a tener los donuts y tú te ríes... -protestó él.
Me enjugué las lágrimas que me habían salido de tanto reírme.
-¡Venga ya, Bobby! No me lo puedo creer... ¿Estás penoso... por eso? ¡¿Acabas de tener un enfrentamiento cara a cara con el mercenario y lo que más te ha dolido es quedarte sin donuts?! ¡Esto es de risa!
Le tendí la mano, pero él me ignoró.
-Puede parecer una tontería, pero era el único motivo que tenía para salir adelante. ¿Qué más me daba centrar la atención en algo que, por lo menos me gusta? Ya que lo veía todo tan negro... La paliza iba a caer igualmente: mírame ahora.
-Yo me alegraría. ¡Ya ha pasado todo!
-¿Todo? Por favor, Eria, esto no ha acabado todavía. ¡Ahora vienen las burlas! Ya he recibido la humillación; ahora toca cargar con ella. ¡Normal que no me entiendas, a ti todo parece salirte bien!
¿De qué estaba hablando?
-Bobby -lo hice callar-, acabar en Golden Podium es lo único que parece haberme “salido bien” en años. No sé qué percepción tendréis de mí pero, por lo general, siempre he sido un completo desastre.
Bobby no supo qué decir; mi sinceridad saltaba a la vista. Ahora hasta le costaba más retener las lágrimas.
-Pero no estamos hablando de mí, sino de ti -retomé la conversación-. Y créeme, lo que has hecho no es algo de lo que uno se pueda burlar.
-Claro que no: acabar con una lesión, tirado en medio del campo y sin haber llegado a portería es algo de lo que uno no se puede burlar. ¡No tiene lógica! -gimió, dolorido y apenado.
-¡ESCÚCHAME DE UNA VEZ Y DEJA DE DECIR TONTERÍAS!
Bobby guardó silencio. ¿Cómo una voz tan aguda como la mía era capaz de alcanzar tantos decibelios? ¿Tanto imponía?
Era igual: llegaba momento de aplicar las absurdas técnicas que había aprendido en Apoyo Moral.
-¿Es que no lo ves? ¡Todo el equipo está tremendamente orgulloso de ti! Llevan un rato observándote a distancia porque no se atreven a acercarse -creo que les he asustado-, pero si pudieras verles la cara...
Aunque tenía el cuerpo entumecido, mi compañero giró un poco la cabeza para comprobar que lo que decía era cierto.
-Bobby, has hecho algo que ninguno de nosotros ha conseguido: despistar al mercenario. Tienes que creerme, lo que has hecho ha sido uno de los actos más valientes que he visto en mi vida: le has plantado cara a ese tipejo incluso sabiendo que podía acabar contigo en un segundo. ¡Y no sólo eso! Siendo objetiva, podría decir que has llegado a correr tanto o casi más que él, has bloqueado su fuerza, has mantenido el balón el juego y nos has hecho marcar un gol que...
-No ha contado. No ha servido de nada.
-¿QUÉ? ¡No me seas así! Claro que sí. Mira justo al marcador... ¿Eh?
¡Era cierto! El marcador no había subido. ¡Habían anulado nuestro gol!
-¡Como si eso importara! -me reí-. Porque eso no quita... ¡Que te vaya a invitar a donuts igualmente! Ni tampoco, lo... lo orgullosa que estoy de ti como capitana.
Ahí va, lo que me había costado decir esto. Teck, Bobby... demasiados cumplidos de golpe.
-¿De verdad que lo vas a hacer? Anda, no intentes... -rió Bobby amargamente-. Si no soy más que...
-¡Un futuro campeón más de la Sala Cima, junto con todos los del equipo! Y TE ASEGURO, Bobby, te aseguro que, con la de tropiezos que tienes, hasta tienes más posibilidades de llegar a serlo que otros. No se puede llegar a lo más alto sin caerse ni una sola vez por el camino, ¿no? Todos lo hemos hecho alguna vez, hasta los más “perfectos”. Es más: en realidad, la gente perfecta empieza siendo como tú o como yo, pero luego triunfa.
-Será verdad. ¿Tan lento como soy yo?
-O más, Bobby, o más -no mentía. No quería darle falsas esperanzas, sino contarle verdades que lo alentaran-. Y oye, ¿recuerdas que ayer querías ser sustituido?
Silencio.
-¡Pues olvídate! Te aseguro que Golden Podium es tu sitio: te necesita a ti y a tus chistes. ¡Que no te convenzan de lo contrario!
En este punto, al chico se le empaparon las mejillas con lágrimas mientras reía tímidamente. ¡Había vuelto!
-Eria, si tú alguna vez necesitas...
-¡No sigas! Soy la capitana; me toca estar de servicio siempre que pueda -vaya, me iba a dar el corte. Había hablado demasiado sobre asuntos emotivos. Nunca había dado una charla motivacional tan larga y me sentía algo rara.
Bobby insistió, pero no lo dejé ni hablar.
-¡Sí, sí, lo que tú digas! -lo ignoré-. Pero ¿estás seguro de que estás bien? Has caído de muy mala manera...
-Ah, precisamente -me respondió, cambiando su tono de voz para darle un toque cómico a sus palabras y parodiar su estado-. Sí, no me siento las piernas -como decía este personaje de película de acción que iba siempre de camuflaje-, o al menos de rodilla para abajo, pero eso es algo secundario; creo que me he torcido un tobillo durante mi “aterrizaje forzoso”.
-Vaya. ¿Te molesta... mucho?
-Algo. Bueno, bastante. Siendo realistas, no creo que ahora mismo pueda caminar sin ir cojeando.
-Entonces creo que tengo una idea... -le confesé, mirando discretamente hacia donde estaba el equipo médico. ¿Tendrían lo que buscaba?

¿Todo bien? Tenemos una noticia que puede que veáis como mala: vamos a hacer una pequeña pausa de subida (así me ha dicho que lo ponga Junie) durante el verano. Cosas del tiempo y el internet...
¡No os pongáis a llorar todavía! Subiremos capítulos sueltos cuando podamos, pocos pero de calidad. Aparte en Septiembre de este mismo año, volveremos con una buena tanda de nuevos capítulos. Ya veréis todo lo que Junie tenía pensado para vosotros...
Mientras tanto, siempre podéis echarle un vistazo a los sitios relacionados con el blog -hemos puesto el gadget ese hoy-, donde subiremos algún que otro detallito de vez en cuando.
¡Que paséis un buen verano!

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