El equipo

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A veces...

Lo más divertido de la vida es el no saber el qué te deparará el futuro, ¿verdad? ~Eria Jumps

(Esta historia es ficticia, o al menos según Junie; Eria aún se opone completamente a esta idea...)

Golden Podium es un proyecto tanto escrito como dibujado que lleva en pie desde 2012. Tenemos una novela, dibujos, tiras... ¡y hasta un Motion Book! #goldenpodiumcomic

12 abr 2013

8. Aquella noche...

El día había sido agotador, corriendo y saltando de un lado para otro... En cuanto acabó el día e hice todo lo que tenía que hacer, me quedé profundamente dormida.

Mi tío seguía despierto. No tengo ni idea de lo que pasó esa noche. Tuve que adivinarlo por mi cuenta. Junie me contó los detalles más tarde.

¡Ojalá lo hubiera sabido! Pero bueno, saberlo no sería tan divertido...


Capítulo 8

Ya habían pasado varias horas. Amanda no se atrevía a decir palabra. Seguía muda, como sumida en una profunda tristeza. ¿Adónde llegaría a parar su hija? ¿Hasta qué punto? ¿Hasta el que llegó su abuelo? Aquel día había sido horrible con ese estúpido accidente fingido, esa estúpida llamada... ¡Y, para colmo, ese estúpido hombre de chaqueta! En cuanto ella se había acercado a recoger el correo, allí estaba. ¡Suerte que éste se alejó enseguida, pues, de lo contrario, se la habría buscado! ¡No quería saber nada más de toda esa gente! ¡Nunca!

En ese momento, su hermano entró en la cocina. Lo que le faltaba.

-¿Te echo una mano?

-Ian, déjame en paz.

-Habrá algo que pueda hacer -se acercó-. ¿Quieres que luego te dé un masaje?

-¿Quieres irte de una vez?

-Lo haré si me das algo de trabajo. Me aburro como una ostra.

-Sí, claro -respondió ella-. Apoyas a mi hija y luego tratas de arreglarlo. Si encuentras a mi marido 

en el fin del mundo, haz que venga lo antes posible.

-Hemos quedado en darle a tu hija otra oportunidad, ¿no? -dijo él.

-Bastantes le he dado ya. Estoy harta de que tener que resolver todos sus problemas y encima tener que hacerle la comida y plancharle la ropa. Harta de plancharle veinte veces esa misma estúpida sudadera.

-¿A qué viene ese cambio de actitud? ¿Ha pasado algo durante mi ausencia? -dijo él, ajeno al encuentro que había tenido su hermana con aquel hombre-. No es tan mala chica. Llegará lejos.

-Sí. A la misma altura que tu padre -dijo ella en tono cortante-. Y, por cierto, si quieres hacer algo útil, ya estás tardando en tirar todo el correo basura que hay sobre la mesa -dijo, sin comentarle nada al respecto sobre aquel extraño. No creía que pudiera contarle nada al respecto a ÉL. Sería un error.

Como un rayo, Ian se precipitó al salón. Tenía que ganarle a su sobrina unos cuantos puntos.

Se acercó a la mesa y observó las cartas. Uno nunca podía fiarse de su hermana. Había facturas, propaganda y sobres abiertos: uno blanco, uno amarillento y cerrado... Espera un momento, ¿cerrado?

Sabía que no se podía fiar. Abrió el sobre y revisó su interior sin ni siquiera mirar el remitente. En él venían varias hojas grapadas por la esquina superior. Ian les echó un vistazo. En las últimas páginas venía una especie de cuestionario, pero en la primera... ¿Un certificado?¿Con... un logotipo? Y le resultaba tan familiar...

De repente todo se aclaró en su cabeza. Empezó a leer desde la primera pagina. ¡Claro, ya sabía para lo que servía esa carta! ¡Su sobrina lo había conseguido! ¡La habían aceptado!

Y de repente también entendió lo que hacia entre el correo basura. Su hermana no estaría de acuerdo, ni mucho menos. Aun así, su sobrina no podía perder aquella oportunidad de oro. Ian se detuvo a leer la última frase de la carta: “Una vez aceptada esta propuesta no hay vuelta atrás.”

Fue él mismo el que se encargó de rellenar la carta. Cuando hubo terminado, subió las escaleras. Su chica favorita se encontraba dormida. Parecía que nada en el mundo hubiera podido despertarla.

Entonces él se le acercó y le susurró al oído:

-Si tuvieras una oportunidad única en la vida, como tu abuelo, ¿La aceptarías?

Ella sonrió y asintió, aún dormida. Su tío sabía que había respondido en serio, a pesar de que ella dormía como un tronco. ¿Estaría soñando algo? Veamos... estaban a mes par. Sí; si el mes hubiera sido impar, la puerta habría estado cerrada por dentro por la razón de siempre. 

Simulando que iba a tirar el correo basura al contenedor de reciclaje (para tratar de ayudar al medio ambiente y todo eso), tuvo la excusa perfecta para echar la carta al buzón. Ya sólo quedaba esperar hasta la fecha prevista para que todo se pusiera en marcha.

Escuchó un ruido y giró la cabeza. Vio silueta de un hombre, al parecer bastante arreglado, que se alejaba en la lejanía. Apenas segundos después, ésta desapareció, como por arte de magia.

Ian miró hacia el cielo nocturno con nostalgia, olvidándose de todos sus problemas; de todo en general. Acababa de tomar una decisión definitiva. No sabía cómo sentirse. Mientras, las estrellas brillaban más que nunca.

No se daba cuenta de que, mientras permanecía allí, estaba siendo observado...


En fin, no pude enterarme de nada, así que hacedle las preguntas a Junie.

Las consecuencias de lo que hizo mi tío me llegarían más tarde...

2 comentarios:

  1. eh june como has hecho todo el diseño del blog me lo dice en clase

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  2. Te has cambiado el nombre de usuario? No sabia quien eras XD

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