El equipo

El equipo

A veces...

Lo más divertido de la vida es el no saber el qué te deparará el futuro, ¿verdad? ~Eria Jumps

(Esta historia es ficticia, o al menos según Junie; Eria aún se opone completamente a esta idea...)

Golden Podium es un proyecto tanto escrito como dibujado que lleva en pie desde 2012. Tenemos una novela, dibujos, tiras... ¡y hasta un Motion Book! #goldenpodiumcomic

29 nov 2013

40. ¿Rival o compañero?

Quedaban unas horas para batirme con Delmet en el famoso "Duelo Meta". Tenía que elegir algo que se me diera mucho mejor mejor que a él para tener ventaja. ¿Qué debía hacer?

Capítulo 40
Si me hubiera acordado de que teníamos Práctica y Exterior después del descanso, me habría pasado la hora de Cultura durmiendo unos minutos más para estar más descansada, como Bobby.
Jo se alegró de volver a vernos (y los chicos presentes se alegraron devolver a ver a Jo). La clase de Práctica consistía, sobre todo, en entrenar. Correr, saltar y depender de los reflejos; así era la asignatura.
Estas clases no se hacían en el Estadio Central, sino en la parte de atrás de la academia. Estábamos en el principio de un pequeño bosque, en el que se habían excavado algunos senderos y se habían puesto señales. ¿Y para qué digo pequeño? ¡Si ni sabíamos dónde acababa!
Lo más interesante es que entrenábamos de una forma... no muy común en el mundillo del deporte.
-Chicos,en cuanto se active la máquina, ¡Esquivad el mayor número de pelotas de tenis posible!
-¡Espero que podáis saltar por encima de esta cuerda!
-No quiero lesiones, así que mejor estad atentos al atravesar este hoyo...
Aunque una parte del terreno se había dejado plana, el resto era bastante irregular. Cansaba bastante eso de tener que correr en cuesta e ir saltando a los sitios. Y yo me quejaba de que Idiomas era una clase agotadora...
Cada vez que Delmet pasaba por mi lado, me recordaba lo mismo:
-¡Y que no se te olvide lo de esta tarde!
-No te preocupes, ya es la enésima vez que me lo dices. Así cualquiera se olvida.
-¡Y las veces que me queda por recordártelo! Por cierto, ¡Que no se te olvide...!
-¡Vale, ya está! ¡Lo recordaré! -y él se marchaba con una sonrisa radiante.
Creo que Delmet debió de tomarme por su rival desde aquel momento en el que intenté hacerlo callar diciendo que al equipo había que ganárselo. Por ejemplo, en el ejercicio de comba se acercó todo lo que pudo a mí e intentó superar mi ritmo. No lo consiguió; como se me da bien saltar tanto en horizontal como en vertical, llevaba un ritmo bastante ligero. En cuanto se cansó, se le enredaron los pies con la cuerda y cayó de bruces contra el suelo.
Mirta corrió a socorrerle mientras yo me quedaba mirando. Era obvio que no podía hacerse daño con ese casco gigantesco.
¿Cuál sería su habilidad? Era un chico atlético en general, pero no parecía tener ningún punto fuerte. Tenía que pensarme bien en qué lo quería retar: tenía que ser algo en lo que pudiera ganarle fácilmente. Supongo que se le daría bien el fútbol americano, aunque su casco era diferente al que se usaba en ese deporte.
No paramos de movernos en toda la clase. Los ejercicios estaban relacionados unos con otros, así que los hicimos todos seguidos y casi sin detenernos, escuchando las indicaciones de cada uno sobre la marcha.
Por suerte me recuperé rápido, pero no lo suficiente: La clase de Práctica, la de Tank, iba justo después.
Los primeros diez minutos, Tank nos estuvo explicando entre gruñidos y amenazas algo sobre la asignatura. Etsu me tradujo todo lo que decía más tarde; así pude saber que, a diferencia de la clase de Exterior, en Práctica se trabajaban gestos concretos de deportes, no movimientos.
Comenzamos por deportes como el fútbol, el baloncesto y el béisbol, practicando pases y tiros. Recuerdo que, en fútbol, Tank tuvo que dedicarle una mirada asesina a Teck para que "dejase de hacer tonterías con el balón". Desde esa "pequeña" amenaza, Teck no molestó más en toda la clase.
Creo que la palabra favorita de Tank era "¡más ... !". Para él, ninguno hacíamos las cosas bien. Se pasó la hora entera corrigiéndonos para mal y, si te parabas, tenías que hacer el doble. Mia nos hizo un gran favor al intentar distraerlo en mitad de la clase. Un poco más y pierdo un pulmón por el camino.
Cuando paré, me di cuenta de que hasta me costaba mantenerme en pie. No estaba para duelos ni para nada. Delmet se hizo el duro, pero su jadeo lo delataba.
Cuando me enteré de que todavía nos quedaba una última clase, quise darme un tiro. 
Bobby ya estaba echado encima de la mesa cuando llegamos. Qué envidia, se dormía con una facilidad... Y, por otro lado, Etsu ya estaba en posición de empezar a tomar apuntes.
Ya iba yo a echarme también sobre la mesa cuando recordé que a mi lado estaba Delmet.
-¡Y que no se te olvide! -repitió mientras se dejaba caer sobre el asiento a mi lado.
La última clase, por lo menos, era la más interesante de todas: Competitividad. Y el profesor también me resultó el más interesante de todos: un hombre con esmoquin y gafas de sol, como los que rondaban por la academia. Se diferenciaba de los otros por su pajarita roja.
En la asignatura, lo que teníamos que estudiar eran las reglas de ciertos deportes y lo que se debe hacer en algunos casos. Podía ser una clase muy útil; era una forma de saber cómo conseguir puntos cima en diferentes situaciones y así tener más probabilidades de aparecer en la Sala Cima. Tenía que visitar esa sala alguna vez...
El profesor, cuyo nombre en clave era Zet None (que podría escribirse como Z-0), no hablaba mucho, pero escribía todo lo que quería decir en la pizarra con una letra clara y del tamaño perfecto. Así tuve a Delmet entretenido la mayoría del tiempo, leyendo todo lo que escribía. Era una forma de que no me recordase el Duelo Meta cadados por tres. No me libré de sentirme observada de vez en cuando tanto por él como por Mia, pero algo era algo.
No me había parado a pensarlo, pero ¿y si perdía el puesto de capitana en el Duelo? Estaba muy segura de poder ganar, pero todo estaba por ver. No sabía por qué, no quería dejar de ser capitana a pesar de no haber empezado todavía de verdad. Siempre podía ser subcapitana, pero no creía que fuese lo mismo. Además, Delmet me restregaría su victoria durante todo el curso. No, tenía que ganar.
El timbre sonó de golpe y sin avisar. Delmet se levantó antes que nadie, se dejó caer sobre mi mesa y me señaló con su dedo índice.
-...Y no tardes -añadió, antes de desaparecer por la puerta.
Y esa fue la última vez que lo vi antes de enfrentarnos aquella tarde.

No sé para qué se molesta tanto. Si es sólo un duelo...

También hay que tener en cuenta que podría dejar de ser capitana si fallo. ¿Debería tomarme todo esto más en serio?

22 nov 2013

39. La decisión del público

Recordamos que, en el capítulo anterior, acababa de llegar un chico llamado Delmet un tanto... peculiar. ¿Y sabéis qué es lo peor? ¡Que cree que no estoy a la altura para ser capitana!

Capítulo 39
POR FIN habían acabado las clases de la mañana. Aunque la cafetería estaba abierta, Mirta me había enseñado un truco para no tener que pasarnos por ella antes de empezar las clases: llevarnos comida a la habitación por la noche y desayunar en ella al día siguiente. ¡Así no había que esperar cola! Todos los de mi equipo hacíamos eso y, de momento, no nos habían dicho nada.
En ese momento todos los del F-06 estábamos en la misma zona del patio interior, el del gigantesco árbol. ¡Nos merecíamos un descanso! Bueno, la verdad es que, aunque se suponía que ese tiempo nos iba a servir para descansar, el tal Delmet no paraba de hacer preguntas.
-¿En serio has salido tú? Vale, ahora me hace gracia. ¡Ni que mi equipo fuera eligiendo como capitán al primero con el que se encuentra! ¿Qué sabes hacer? Te llamabas Enia, ¿Verdad? ¿o era Ebia?
-Eria, Eria Jumps -lo corregí.
-Ah... ¡Entonces se te debe dar bien el salto de longitud!
Sonrió satisfecho. Yo suspiré.
-¡Del!- exclamó Mirta sonriente-. ¡No sabes lo que te he echado de menos! Lo que has contado parece tan emocionante... ¡Pero ten mucho cuidado cuando vayas a esos sitios!
-Vamos, si no ha sido nada... -dijo como quitándose importancia.
-Por fin vuelves, tortuga- saltó Teck-. ¿Cómo es que sigues vivo, hombre-bala?
-Para que lo sepas -lo corrigió él-, ¡yo puedo con todo! ¿Cuándo vas a asumirlo? Por cierto, no hables de mi afición como si fuera mi vida. ¡Se sabe que voy a llegar mucho más lejos!
Se dieron un apretón de manos, pero se veía fácilmente que no era amistoso. Ambos acabaron echando un pulso, intentando usar más fuerza que el otro.
Cuando no pudieron más, se tomaron un descanso. Ahora Delmet fue a por Bobby.
-¡Eh, Bobby, colega! No hace falta que me lo digas, ¡sé que me has echado de menos! Habrás cuidado de nuestra habitación en mi ausencia, ¿no? Porque si seguimos juntos como el año pasado...
-Sí, eso... me temo -respondió Bobby con cierto miedo. ¡Con lo bien que había estado mientras tenía la habitación para él solo! Sería demasiado tener a alguien tan enérgico viviendo contigo. Por ejemplo, no sabía cómo Imala podía dormir con Mia al lado. A eso lo llamaba yo paciencia.
-Bueno, vamos a lo importante, Jumps o como te llames. Vuelvo al puesto de capitán, ¿no? ¡Gracias por guardarme el sitio y tal, pero creo que...!
-Está por decidir -le contesté bruscamente.
Ni siquiera sé por qué reaccioné así. ¡Si al principio ni quería ser capitana! ¿Cómo es que ahora no quería dejar el puesto? ¿Qué me pasaba?
-¿Y si te quedas como subcapitana? ¿Te parece bien?
-Me han elegido como capitana.
-Ah, claro. Te ha gustado eso de mandar y te niegas a pasar a ser una subordinada más. ¡Lo entiendo!
Se acabó. Di unos pasos y levanté la cabeza.
-Digo que me han elegido. Si quieres ser capitán, mejor intenta ganarte de verdad al público en vez de reclamar tu antiguo título gastado.
Nadie más aparte de nosotros se atrevía a hablar. Creo que muchos hasta tenían miedo de que acabásemos a puñetazos. En ese caso, él tendría ventaja, por el casco...
Delmet dio unos pasos atrás y sonrió. Parecía estar el doble de tranquilo que yo.
-Vale, vale, lo entiendo. No hace falta ponerse así. Ya sé lo que pretendes -me miró directamente a los ojos. Sí, estaba segura de que sus ojos eran azules-. ¡Quieres que te lo demuestre! No hice la prueba inicial y, por eso, no sabes contra quién te enfrentas. ¡Ya lo entiendo! ¡Pretendes que gane el mejor!
Agachó la cabeza y caminó en círculos pasando por detrás mía.
-Ok, me parece justo. No pienso reclamar más el puesto; lo tendrá el quede verdad luche por él.
A continuación, se detuvo.
-Este es el trato: esta tarde, como es el primer día de clases, no tendremos que hacer nada extra. Te veo en el lado izquierdo del Estadio Central: nos enfrentaremos en un Duelo Meta. ¡Y que sepas que no te lo voy a poner fácil! -sonrió-. ¿Alguna duda?
-Sólo una -me giré hacia él-, ¿qué se hace en un Duelo Meta?
Se rió como si le hubieran contado un chiste muy bueno.
-¡Ni siquiera sabes cómo es un Duelo Meta! Vamos, tampoco quiero que seas tú la que me lo pongas fácil a mí... Mejor pide a alguien que te lo explique. Y mejor me voy a mi habitación a por los libros, que están todos allí...
Si yo me hubiera dejado los libros en la habitación no habría ido a por ellos con tanta lentitud. Tampoco me habría entretenido a mirar al cielo con los brazos tras la cabeza, digo yo. No debían de interesarle mucho estos libros...
Formamos un círculo entre todos los demás para poder hablar.
-¿Ves lo que dije? -insistió Teck-. Y luego soy yo el que debería callarse...
-¡Ah,vamos! Del no suele ir por ahí creyendo ser mejor que nadie -lo defendió Mirta-. Supongo que quiere darse importancia porque todavía no asume que ha dejado de ser capitán... ¡Debió de pensar que podía ser el mentor de Eria o algo parecido!
-¡Venga ya! ¿Mi mentor? ¿Y os parece que se quede entre los dos primeros puestos del equipo?
Todos parecieron un poco indecisos. Suponía que si las cosas no salían bien se podía pedir un cambio.
-Si ni siquiera me ha explicado lo que tengo que hacer... -reflexioné.
-Duelo meta: Enfrentamiento tradicional de la academia Golden Podium cuyas dos fases quedan decididas según las habilidades de los contrincantes -dijo Etsu.
-En fin, que os enfrentáis cara a cara dos veces: una con una prueba que se le dé bien a Delmet y otra que se te dé bien a ti -tradujo Bobby, al cual ya se le había pasado el susto-. ¿Te ves capaz?
-¿Capaz yo?
Incliné la cabeza y sonreí de forma pícara y algo siniestra.
-La más capaz -respondí firmemente.

Bueno, creo que me acabo de ganar un rival. ¿Podré estar lista a la hora de la verdad? Parece fácil ganar, pero nunca se sabe... Además, todavía queda para la tarde.

¿Cómo acabará toda esta historia?

14 nov 2013

38. ¡Como un huracán!

Voy un poquito adelantada con la fecha porque hoy las dos estamos libres. Mañana yo estaré ocupada. Junie... bueno, haciendo el vago.
En este capítulo, sigo en mi primer día de clase. Acababa de descubrir la asignatura que menos me gustaba. Desesperada, de pronto, sucedió "el milagro":

Capítulo 38
Acababa de descubrir lo poco que me gustaba la clase de Anatomía. Era fácil de estudiar, pero no podía concentrarme ni leer con tanto jaleo de fondo.
No, no era por los de mi clase; se habían callado todos. Es más, ELLA los había echo callar.
Mia no exageraba con lo de la "cara de gallina". Greta Blair, la profesora, tenía el pelo muy rizado y pelirrojo. Era ancha y vestía una falda que le llegaba justo por encima de las rodillas y una blusablanca. Con sus enormes pendientes de aro y su diminuta boca, daba la impresión de que se iba a poner a picotear el suelo de un momento a otro. También solía entrecerrar los ojos, aunque no como Claire: Greta lo hacía para que no se le escapara ningún detalle; Claire, por gusto y por su forma de ser tranquila.
Pensaba que la clase se me iba a hacer eterna. La Gallina no se callaba ni un segundo, pero tampoco decía nada interesante. Su voz también tenía algo de gallina.
Pero,si yo ya estaba perdida, entonces pasó algo que hizo que desconectara del todo.
Se escucharon unos fuertes golpes contra la puerta del aula. Cómo no,solo se me ocurría una persona en ese momento capaz de llamar con tanta energía: Tania.
Tras haber estado a punto de taladrar la puerta con su puño, asomó la cabeza. Se disculpó y dejó la puerta abierta de par en par. ¡Ojalá nos interrumpiera el mayor tiempo posible!
Resulta que Tania no había venido sola. Escuché una voz un tanto aguda, como de niño, que venía desde donde estaba ella.
-¿Es aquí? ¡Ah, vamos, seguro que lo habría adivinado! A la mil doscientas va la vencida...
-¡Anda, tira para adentro!
Entonces,un chico que debía tener nuestra edad pasó cerrando la puerta. Iba entero vestido de azul, blanco y rojo, como la bandera de los Estados Unidos: deportivas azules y blancas, calcetines largos rojos, bermudas azules y blancas, camiseta roja... Pero lo más llamativo de todo era lo que llevaba en la cabeza: Un casco con visera, de color azul con franjas rojas, que le venía algo grande.
Se dio la vuelta. Su camiseta tenía una estrella dibujada, al igual que su casco. Sonrió hacia alguien que debía estar detrás mía. Tenía una sonrisa parecida a la de Tania, aunque algo más pícara.
-Buenos días, Legend. ¿Se puede saber a qué ha venido este retraso? ¿Podrías explicárselo a tus compañeros, por favor?
Legend... ¿De qué me sonaba? Yo eso lo había escuchado antes...
-Ah,fácil... -le dedicó una sonrisa pícara a Greta Blair- ¡La SelvaNegra! ¡Uno de los lugares más emocionantes de el planeta! Después,claro está, de mi nación...
Debía referirse a América. El mismo chico parecía un Capitán América en miniatura.
Tomó una tiza y empezó a garabatear algunas cosas en la pizarra. Dibujar no se le daba muy bien... Qué digo; no se le daba NADA bien. Luego garabateó unas líneas que debían ser árboles y una especie de gusano.
-¡...Y serpientes venenosas! Allí había de todo, claro, ¡Pero no pudieron conmigo! ¡Ni tampoco las arañas! -sinceramente, dudaba que hubiera tantas cosas así en la Selva Negra, Alemania.
El chico no paraba de corretear de un lado a otro y de dibujar su viaje en la pizarra. Sea como fuere, estábamos perdiendo tiempo de clase. Por mí como si llenaba la pizarra entera de gusanos de esos...
-¡Montes! ¡Riscos! ¡Cascadas!... -nombraba los elementos de su viaje, como si estuviera dando un discurso.
A continuación, algo que no me esperaba: dio un salto hacia la mesa que estaba a mi lado (la única libre) y se quedó sobre ella mientras posaba, señalando al infinito.
Quité la mano de golpe para que no me la pisara. ¿Pero qué estaba haciendo?
-Y,como no... ¡Yo en medio de todo! ¡VIVA LA INDEPENDENCIA!
Sin comentarios. Con todo en silencio, yo seguía un poco aturdida por el comportamiento frenético de aquel chico. Demasiada energía... ¡Era hasta peor que Tania!
Y peor fue escuchar a alguien que aplaudía desde atrás. Oh, vamos, ¿quién estaba aplaudiend-...?
Miré hacia atrás disimuladamente y no pude creer lo que vi: ¡Mirta! ¿Qué hacía ella...?
Y, de pronto, una pequeña bombilla se encendió en algún lugar de mi cabeza.
¡Claro, ya lo entendía todo! Increíble pero cierto: ¡aquel tal Legend era el chico que faltaba en nuestro equipo! ¿De verdad tendría que trabajar con él? Me preguntaba era cómo se las pudo apañar alguien como él para ser capitán siendo así de "hiperactivo".
Sí,todos parecían conocerle: Bobby lo miraba con algo de miedo, Teck con rencor... Mia no dejaba de mirarlo de la misma forma que al helado de fresa que se había tomado el día anterior.
-Muy bien, Legend, pero lo mejor sería estar más atento a lo que se te pregunta... -respondió impertinente la profesora-. Me refería a la hora: llegas media hora tarde. ¿Es que te has perdido por el camino?
El tal Legend se fue deslizando poco a poco desde la mesa hacia el asiento del pupitre, justo a mi lado.
-¿Perdido yo? ¡Venga ya! ¡Si ya estaba a punto de llegar! Es que los cambios de aula que hay ahora...
-Bueno,me alegro que que, al menos, no te hayas quedado esperando en el aula del curso pasado- respondió La Gallina con su desagradable voz-.¡Deberíais consultar esas cosas con el personal! ¿Es que pensáis que, por ser jóvenes, podéis hacerlo todo por vuestra cuenta? ¡Estáis muy equivocados! Y esto, y lo otro, y bla bla bla...
Otra vez igual. Cuando parecía que se había callado...
Legend,a mi lado, me tendió la mano. Sus ojos, tras la visera del casco,tenían un brillo verdoso por el color del cristal; supongo que, en realidad, debían ser azules, fríos como el hielo.
-Soy Legend, Delmet Legend. Puedes llamarme Delmet. No me suena tu cara. ¿A que eres nueva? -para estar susurrando, hablaba demasiado alto.
-Pues sí, has acertado.... -intenté bajar el tono.
-Oye, no es por nada, pero la gente aquí se sienta por columnas, ¿sabes? Esta es la del F-06...
-Entonces estoy bien sentada, gracias -le repliqué, aunque tendiéndole la mano para no dejarlo con el brazo extendido-. Soy Eria Jumps, del equipo F-06.
-¡No fastidies! ¿Tú estás en mi equipo? ¡Qué cosas! -contaba. ¡seguía hablando demasiado fuerte!-. ¡Otra subordinada más! ¡Saluda a tu capitán, Jumps o como te llames! -dijo con una risa pícara cruzando los brazos por detrás de su cabeza-. En realidad, no me habría presentado si no fueras nueva. ¡Si aquí cualquiera podría reconocerme con los ojos cerrados!
Mientras seguía sonriendo y Doña Blair hablaba de fondo, yo decidí contarle algo.
-Pues bienvenido otra vez. Si tú supieras todo lo que te has perdido...
-¿Pero qué dices? ¡Si yo estoy en todo!
-No exactamente... -puse un tono misterioso para darle un toque interesante a lo que decía, como solía hacer Bobby-. He oído hablar de ti, pero, por lo que veo, tú no has oído hablar de mí, ¿verdad?
-¡Pero si eres nueva! ¿Cómo quieres que sepa nada sobre ti? -claro. ¿Y pretendía que YO lo conociese?
-Tengo información que podría interesarte. ¿Sabes algo sobre el capitán suplente? -se me hacía bastante entretenido hablarle de esa forma.
-¿Suplente? Es Etsu, ¿no? Espera... ¿Me he perdido la votación? ¡No me digas que ha salido Teck! ¡Voy a tener que devolverle el dinero de la apuesta!
-Pues sí, te has perdido la votación, pero no has acertado con lo de Teck -le sonreí con malicia-. Etsu sigue siendo subcapitán, sí, pero...
Delmet me sujetó por el cuello de la sudadera.
-¿QUIÉN? ¡¿ QUIÉN ES MI SUPLENTE?! ¡NO ME TENGAS EN ASCUAS!
Y, por fin, silencio.
-La... la tienes delante -le sonreí-. ¿Podrías soltarme ya? -qué incómodo. La señora Blair (o doña Blair, así quería que la llamásemos) se nos había quedado mirando, al igual que todos los demás que estaban allí.
Delmet me soltó y se calmó un poco.
-Ah,vale, entonces... Un momento, ¡¿tú?!
Se levantó de golpe de la mesa.
-¡¿Qué?! Tú, tú... ¡¿MI SUPLENTE?!

Ah, Delmet... Ya era hora de que apareciera. La pesadilla no ha hecho más que comenzar.
Ya debe de estar subida la imagen de Delmet en la pestaña de "los personajes". Si queréis verla...

Aparte, Junie me ha mandado una foto en la que sale con un peluche de Delmet que ha fabricado para la ocasión. Claro, como ella no lo tiene al lado y no vive con él...

8 nov 2013

37. Dos polos opuestos... ¡en dos horas!

Vamos allá. Empieza el primer día de clases en la academia. Cruzo los dedos para que no sea tan horrible...

Capítulo 37
No me desperté con tanta energía como tenía planeado, pero actué con rapidez. No tardé en prepararme, con el material necesario a mano para pasar a la acción.
Mia e Imala ya estaban en la puerta. ¿Cuánto tiempo llevarían esperando?
-¡Buenos días, capitana! -me saludaron llevándose una mano a la frente, imitando un saludo militar.
-¡Hoy es el megadía en el que vas a empezar a capitanear! -exclamó Mia. Todavía no me había acostumbrado a que me llamasen “capitana”. No sentía nada especial por dentro. Tampoco sabía bien lo que tenía que hacer.
Ya en el aula, todo mi equipo estaba listo para comenzar. Me saludaban con entusiasmo y ya preparados para la primera clase. Teck y Etsu tenían un montón de instrumentos sobre la mesa, pero ni rastro de su gigantesco plano. Parecían satisfechos, como si hubieran...
-Acabado -me susurró Jetwick refiriéndose a ellos. Ahora sí que tenía curiosidad.
Me di cuenta que había más mesas y sillas que el día anterior. También había más gente en nuestra clase.
-Son de otros equipos. Durante las clases nos mezclan, o al menos a veces... -me explicó Mirta, ya acostumbrada a explicarme cosas.
Tania se presentó en clase con todos sus libros entre sus brazos, dando, como era habitual, un golpe en la mesa al dejarlos sobre ella.
¡Hora de empezar de verdad! -se rió-. ¡Buenos días! ¡Hola! ¡Hello! ¡Bonjour! ¡Buongiorno! ¡Konichiha! 
Garabateó unas cuantas frases en la pizarra en un abrir y cerrar de ojos.
-¡Páginas ocho, dos y nueve de vuestros libros respectivamente!
Eso no lo había entendido. ¿Tres libros a la vez? Sí que era verdad que teníamos tres libros de Idiomas, ¡cada uno con al menos tres idiomas diferentes en su contenido!
Las clases de Tania, efectivamente, eran una locura. Era incapaz de decir dos frases seguidas en la misma lengua. No era tan difícil seguirle el ritmo, pero sus clases eran agotadoras. Por lo menos eran participativas y entretenidas.
La hora no se nos hizo tan larga, pero cuando sonó el timbre nos dimos cuenta de lo cansados que estábamos de escuchar tantas frases diferentes. Para colmo, me había sentido observada durante toda la clase. Claro, porque MIA se había estado fijando en todos mis movimientos.
-¡Vamos, que sólo ha sido la primera hora! -se reía Tania-. ¡Os queda bastante por delante!
Y, tan rápido como había llegado, se marchó por la puerta.
Fue curioso cómo nos agrupamos los alumnos en cuanto acabó la clase. Cada equipo estaba separado del resto, incluido el mío. Todos se acercaron a mi mesa, mirándome fijamente.
-¿Algo que decir, nuestra capitana? -preguntó Imala con educación.
-Eh... ¿Debería decir algo especial? Os recuerdo que no sé muy bien...
-¡Vamos, lo que sea nos vale! -me animó Teck-. Una orden, una opinión...
-¿Opinión? Bueno, las clases de Tania me gustan, ¡pero cansan muchísimo!
-¿A que sí? Yo siempre digo...
-¡No la interrumpas, Bobby, que está hablando! -volvía a ser Teck.
-Ah, perdón. 
-Bueno, tampoco tenía mucho más que decir... ¿Cuál es la siguiente clase?
-¡Cultura! ¡Verás qué bien nos lo pasamos! -dijo Mia agarrándose a mi brazo para hacer que me levantara.
-¡Ironía! -dijo Teck poniendo los ojos en blanco-. Pero es la clase perfecta para relajarse después de la de idiomas, créeme.
-¿Toca Cultura? -preguntó Bobby-. ¡Sí que me viene bien! Espero que me dejéis dormir un poco. Esta noche no lo he conseguido...
-Esto... ¿En qué consiste Cultura? -pregunté.
-Dormir... -insistió Bobby.
Etsu se ajustó las gafas.
-Es una clase de la parte de letras. Se analiza vocabulario deportivo en el diccionario y se estudian detenidamente las distintas influencias que ha tenido el mundo sobre el deporte.
-Estudiar y diccionario. No mucho... -señaló Jetwick encogiéndose de hombros.
Pude comprobar al rato con mis propios ojos cómo eran aquellas clases. Por la puerta apareció una de las  profesoras que había estado presente en la charla del día anterior: la de la amplia sonrisa y cara de sueño. 
Era joven, pero tenía el pelo casi blanco de lo rubia que era. A diferencia de Tania, solo traía una libreta y un boli. Tenía los ojos entrecerrados.
-Buenos días, chicos... Así me gusta, ¡todos sentados! Sois todos estupendos... -me desesperaba que hablase tan lento.
En esto se nos quedó mirando. Todos empezamos a murmurar.
-Vale. Yo soy Claire Park. Vamos a estudiar cultura juntos. ¿No es agradable?
Se quedó en silencio unos instantes. 
-Vamos con lo que tenemos... ¿Algún voluntario para leer la página cinco? Bueno, no importa, la puedo leer yo... “El deporte global. Es...” -leía con los ojos entrecerrados.
Y empezó a leer a cámara lenta la primera página del libro. Mientras, nosotros cada vez hablábamos más fuerte. Bobby soltó un sonoro bostezo y dejó caer la cabeza sobre la mesa. No, no lo vi; lo escuché. ¿Y Claire? No le dijo nada. ¡Hizo como si nada!
Claire acabó de leer a los quince minutos. Desesperante.
-Ya está. Este es el fascinante primer apartado del libro ¿Alguna duda?
Silencio absoluto y ronquido de Bobby. Claire seguía sumida en el fascinante mundo del libro de cultura.
-Bueno, no pasa nada, estaré esperando mientras surge alguna -cerró los ojos suavemente y se quedó así.
No entendía nada. ¿Esta era la clase? Ahora entendía lo de la siesta de Bobby.
No sólo eso. Casi toda la clase estaba hablando, unos con el de atrás, otros con el de al lado... El aula estaba dividida en varias columnas de dos pupitres y cada equipo estaba en una diferente, así que peor nos lo ponían estando más cerca de conocidos.
Bueno, qué remedio. Giré la cabeza: Mia me miraba con una sonrisa pícara y Etsu ya se estaba estudiando la primera página.
Aquello se fue convirtiendo poco a poco en un recreo: La gente se levantaba para estirar las piernas, todos charlaban, algunos seguían durmiendo... ¡Todo lo que se supone que está prohibido hacer en clase! Y Claire sin decir ni pío, con los codos sobre la mesa, la cabeza sobre las manos y su amplia sonrisa.
Mia no tardó en darme conversación. Me preguntaba cosas que no tenían nada que ver entre sí y muchas veces se repetía, pero al menos consiguió despertarme del sopor que me estaba entrando.
-¡Y luego Anatomía! Eria, no quiero, no quiero que venga la cara de gallina. Jo...
-¿Tan fea es la pobre?
-¡Es una gallina! ¡De las que ponen huevos fritos! ¿O eran cocidos?
En esto, un avión de papel atravesó con delicadeza la clase. Aterrizó justo encima de la mesa de la profesora. Ella entreabrió los ojos y se fijó en él. Lo sostuvo en una mano y se quedó observándolo.
Contuve la respiración. ¡Puede que eso ya fuera demasiado! No quería verme en una situación parecida a la que me habían contado sobre Tania, no...
Claire se levantó de la mesa, aún observando el avión. Nos miró y exclamó:
-¡Es precioso chicos! Y vuela bien, ¿verdad? -lo alzó sobre su cabeza-. ¿De quién es?
Un grupo de chicos de las últimas filas levantó la mano. Teck la levantó también.
Bien, todo vuestro... -¡y les devolvió el avión! Menuda gente. Y pensar que Teck estaba con ellos...
La clase pasó volando, nunca mejor dicho después del vuelo del caza de papel. Al sonar la campana, Claire se despidió suavemente con la mano y nos dejó solos. Bueno, apenas hubo diferencia entre quedarnos solos y estar con ella, sin ofender...
¡Y pensar que Tania ni consentía desperdiciar un solo segundo de clase!

Ya conocéis a mi profesora de Cultura. Maja, ¿verdad?
Ah, por cierto, recuerdo que Mirta dijo algo de que ese día iba a volver el chico ese que faltaba... ¡Resulta que no me acordé de él en todo el día! Bueno, hasta que le vi la cara...

Pero no doy más detalles. ¿Volverá? ¡Ya lo sabréis en el capítulo siguiente?