El equipo

El equipo

A veces...

Lo más divertido de la vida es el no saber el qué te deparará el futuro, ¿verdad? ~Eria Jumps

(Esta historia es ficticia, o al menos según Junie; Eria aún se opone completamente a esta idea...)

Golden Podium es un proyecto tanto escrito como dibujado que lleva en pie desde 2012. Tenemos una novela, dibujos, tiras... ¡y hasta un Motion Book! #goldenpodiumcomic

8 nov 2013

37. Dos polos opuestos... ¡en dos horas!

Vamos allá. Empieza el primer día de clases en la academia. Cruzo los dedos para que no sea tan horrible...

Capítulo 37
No me desperté con tanta energía como tenía planeado, pero actué con rapidez. No tardé en prepararme, con el material necesario a mano para pasar a la acción.
Mia e Imala ya estaban en la puerta. ¿Cuánto tiempo llevarían esperando?
-¡Buenos días, capitana! -me saludaron llevándose una mano a la frente, imitando un saludo militar.
-¡Hoy es el megadía en el que vas a empezar a capitanear! -exclamó Mia. Todavía no me había acostumbrado a que me llamasen “capitana”. No sentía nada especial por dentro. Tampoco sabía bien lo que tenía que hacer.
Ya en el aula, todo mi equipo estaba listo para comenzar. Me saludaban con entusiasmo y ya preparados para la primera clase. Teck y Etsu tenían un montón de instrumentos sobre la mesa, pero ni rastro de su gigantesco plano. Parecían satisfechos, como si hubieran...
-Acabado -me susurró Jetwick refiriéndose a ellos. Ahora sí que tenía curiosidad.
Me di cuenta que había más mesas y sillas que el día anterior. También había más gente en nuestra clase.
-Son de otros equipos. Durante las clases nos mezclan, o al menos a veces... -me explicó Mirta, ya acostumbrada a explicarme cosas.
Tania se presentó en clase con todos sus libros entre sus brazos, dando, como era habitual, un golpe en la mesa al dejarlos sobre ella.
¡Hora de empezar de verdad! -se rió-. ¡Buenos días! ¡Hola! ¡Hello! ¡Bonjour! ¡Buongiorno! ¡Konichiha! 
Garabateó unas cuantas frases en la pizarra en un abrir y cerrar de ojos.
-¡Páginas ocho, dos y nueve de vuestros libros respectivamente!
Eso no lo había entendido. ¿Tres libros a la vez? Sí que era verdad que teníamos tres libros de Idiomas, ¡cada uno con al menos tres idiomas diferentes en su contenido!
Las clases de Tania, efectivamente, eran una locura. Era incapaz de decir dos frases seguidas en la misma lengua. No era tan difícil seguirle el ritmo, pero sus clases eran agotadoras. Por lo menos eran participativas y entretenidas.
La hora no se nos hizo tan larga, pero cuando sonó el timbre nos dimos cuenta de lo cansados que estábamos de escuchar tantas frases diferentes. Para colmo, me había sentido observada durante toda la clase. Claro, porque MIA se había estado fijando en todos mis movimientos.
-¡Vamos, que sólo ha sido la primera hora! -se reía Tania-. ¡Os queda bastante por delante!
Y, tan rápido como había llegado, se marchó por la puerta.
Fue curioso cómo nos agrupamos los alumnos en cuanto acabó la clase. Cada equipo estaba separado del resto, incluido el mío. Todos se acercaron a mi mesa, mirándome fijamente.
-¿Algo que decir, nuestra capitana? -preguntó Imala con educación.
-Eh... ¿Debería decir algo especial? Os recuerdo que no sé muy bien...
-¡Vamos, lo que sea nos vale! -me animó Teck-. Una orden, una opinión...
-¿Opinión? Bueno, las clases de Tania me gustan, ¡pero cansan muchísimo!
-¿A que sí? Yo siempre digo...
-¡No la interrumpas, Bobby, que está hablando! -volvía a ser Teck.
-Ah, perdón. 
-Bueno, tampoco tenía mucho más que decir... ¿Cuál es la siguiente clase?
-¡Cultura! ¡Verás qué bien nos lo pasamos! -dijo Mia agarrándose a mi brazo para hacer que me levantara.
-¡Ironía! -dijo Teck poniendo los ojos en blanco-. Pero es la clase perfecta para relajarse después de la de idiomas, créeme.
-¿Toca Cultura? -preguntó Bobby-. ¡Sí que me viene bien! Espero que me dejéis dormir un poco. Esta noche no lo he conseguido...
-Esto... ¿En qué consiste Cultura? -pregunté.
-Dormir... -insistió Bobby.
Etsu se ajustó las gafas.
-Es una clase de la parte de letras. Se analiza vocabulario deportivo en el diccionario y se estudian detenidamente las distintas influencias que ha tenido el mundo sobre el deporte.
-Estudiar y diccionario. No mucho... -señaló Jetwick encogiéndose de hombros.
Pude comprobar al rato con mis propios ojos cómo eran aquellas clases. Por la puerta apareció una de las  profesoras que había estado presente en la charla del día anterior: la de la amplia sonrisa y cara de sueño. 
Era joven, pero tenía el pelo casi blanco de lo rubia que era. A diferencia de Tania, solo traía una libreta y un boli. Tenía los ojos entrecerrados.
-Buenos días, chicos... Así me gusta, ¡todos sentados! Sois todos estupendos... -me desesperaba que hablase tan lento.
En esto se nos quedó mirando. Todos empezamos a murmurar.
-Vale. Yo soy Claire Park. Vamos a estudiar cultura juntos. ¿No es agradable?
Se quedó en silencio unos instantes. 
-Vamos con lo que tenemos... ¿Algún voluntario para leer la página cinco? Bueno, no importa, la puedo leer yo... “El deporte global. Es...” -leía con los ojos entrecerrados.
Y empezó a leer a cámara lenta la primera página del libro. Mientras, nosotros cada vez hablábamos más fuerte. Bobby soltó un sonoro bostezo y dejó caer la cabeza sobre la mesa. No, no lo vi; lo escuché. ¿Y Claire? No le dijo nada. ¡Hizo como si nada!
Claire acabó de leer a los quince minutos. Desesperante.
-Ya está. Este es el fascinante primer apartado del libro ¿Alguna duda?
Silencio absoluto y ronquido de Bobby. Claire seguía sumida en el fascinante mundo del libro de cultura.
-Bueno, no pasa nada, estaré esperando mientras surge alguna -cerró los ojos suavemente y se quedó así.
No entendía nada. ¿Esta era la clase? Ahora entendía lo de la siesta de Bobby.
No sólo eso. Casi toda la clase estaba hablando, unos con el de atrás, otros con el de al lado... El aula estaba dividida en varias columnas de dos pupitres y cada equipo estaba en una diferente, así que peor nos lo ponían estando más cerca de conocidos.
Bueno, qué remedio. Giré la cabeza: Mia me miraba con una sonrisa pícara y Etsu ya se estaba estudiando la primera página.
Aquello se fue convirtiendo poco a poco en un recreo: La gente se levantaba para estirar las piernas, todos charlaban, algunos seguían durmiendo... ¡Todo lo que se supone que está prohibido hacer en clase! Y Claire sin decir ni pío, con los codos sobre la mesa, la cabeza sobre las manos y su amplia sonrisa.
Mia no tardó en darme conversación. Me preguntaba cosas que no tenían nada que ver entre sí y muchas veces se repetía, pero al menos consiguió despertarme del sopor que me estaba entrando.
-¡Y luego Anatomía! Eria, no quiero, no quiero que venga la cara de gallina. Jo...
-¿Tan fea es la pobre?
-¡Es una gallina! ¡De las que ponen huevos fritos! ¿O eran cocidos?
En esto, un avión de papel atravesó con delicadeza la clase. Aterrizó justo encima de la mesa de la profesora. Ella entreabrió los ojos y se fijó en él. Lo sostuvo en una mano y se quedó observándolo.
Contuve la respiración. ¡Puede que eso ya fuera demasiado! No quería verme en una situación parecida a la que me habían contado sobre Tania, no...
Claire se levantó de la mesa, aún observando el avión. Nos miró y exclamó:
-¡Es precioso chicos! Y vuela bien, ¿verdad? -lo alzó sobre su cabeza-. ¿De quién es?
Un grupo de chicos de las últimas filas levantó la mano. Teck la levantó también.
Bien, todo vuestro... -¡y les devolvió el avión! Menuda gente. Y pensar que Teck estaba con ellos...
La clase pasó volando, nunca mejor dicho después del vuelo del caza de papel. Al sonar la campana, Claire se despidió suavemente con la mano y nos dejó solos. Bueno, apenas hubo diferencia entre quedarnos solos y estar con ella, sin ofender...
¡Y pensar que Tania ni consentía desperdiciar un solo segundo de clase!

Ya conocéis a mi profesora de Cultura. Maja, ¿verdad?
Ah, por cierto, recuerdo que Mirta dijo algo de que ese día iba a volver el chico ese que faltaba... ¡Resulta que no me acordé de él en todo el día! Bueno, hasta que le vi la cara...

Pero no doy más detalles. ¿Volverá? ¡Ya lo sabréis en el capítulo siguiente?

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