El equipo

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A veces...

Lo más divertido de la vida es el no saber el qué te deparará el futuro, ¿verdad? ~Eria Jumps

(Esta historia es ficticia, o al menos según Junie; Eria aún se opone completamente a esta idea...)

Golden Podium es un proyecto tanto escrito como dibujado que lleva en pie desde 2012. Tenemos una novela, dibujos, tiras... ¡y hasta un Motion Book! #goldenpodiumcomic

21 feb 2014

52. Una noche "de perros"

No es que sea el capítulo más poético del mundo... Trata sobre otra alocada noche en las habitaciones, aunque no tan parecida a las anteriores...

Capítulo 52
Para Mirta era una exageración; para mí, una necesidad. Se quedó mirándome mientras yo intentaba pasar la cuerda por debajo de la litera.
-En serio, no será para tanto...
-Hoy he terminado una carrera mientras dormía. Imagínate de lo que sería capaz de hacer si no me encargo de esto.
-¿Prefieres dormir en la litera de abajo?
-No, gracias, no voy a hacerte cambiar de litera ahora.
-En serio, para mí no es molestia. ¿Podría preguntarte dónde has conseguido la cuerda?
-Claro que puedes. Y si lo preguntas, te responderé que me la ha prestado Mia.
Mientras terminaba mi maniobra, oímos un tímido ladrido bajo la cama de Mirta.
-¡Anda, mira quién ha vuelto! ¿Dónde te habías ido esta vez? -pregunté con ironía.
-Menos mal. Llevaba mucho tiempo desaparecido. Por un momento había pensado...
-No te preocupes, él es así. Siempre desaparece, pero siempre vuelve. Y nadie puede atraparlo.
Mirta se acercó a Bleaky, lo atrajo fuera de su escondite y lo acarició mientras yo acababa mi trabajo.
-¡Pero qué listo es! ¿Le has enseñado trucos?
-Lo intenté una vez, pero obedece a las órdenes cuando quiere...
Levanté la cabeza y vi a lo que se refería Mirta: había conseguido que mi perro diese una vuelta en horizontal sobre el suelo. A los pocos segundos, Bleaky extendió una de sus patas hacia Mirta.
-Vaya, sí que eres buena -le dije impresionada.
Un rato después ya estábamos acostadas, yo atada a la litera. No sabía si la cuerda aguantaría ahí toda la noche, pero podría evitar que me levantara a la primera.
Bleaky se había acurrucado en la cama de Mirta. Qué rápido se había encariñado con ella. Además, con la buena maña que tenía Mirta con los animales, era de esperar. Hasta los bichos la adoraban.
En fin, la noche iba a ser tranquila. Cerré los ojos y me fui quedando dormida.
Empecé a soñar, aunque no sé muy bien el qué. Supongo que con el traidor, con mi abuelo, con mi pasado... con todo lo que me solía atormentar durante la noche.
De pronto, empecé a oír unos ruidos. Entreabrí un poco los ojos. ¿Estaba soñando?
-Eria, ¿qué es eso? Creo que viene del cuarto de baño... -preguntó Mirta, asustada.
Era posible que estuviera despierta, así que traté de comportarme con naturalidad.
-¿Sigue Bleaks contigo? -pregunté. No podía sonar más natural con esa voz de dormida. Soy encantadora cuando quiero.
-No... Se ha vuelto a ir. Qué raro, estaba justo aquí...
-Pues puede que sea él. Se revoluciona por las noches.
-¿Y eso es malo? -siguió preguntando.
-Creemos que no. Hace ruidos y corretea por toda la casa, nada más. Tranquila, sigue durmiendo.
Oí el roce de las sábanas de Mirta. Justo después, silencio. Debía de estar muy cansada después de lo de hoy. Menos mal que no llegó a enterarse de que esa noche se había dormido de golpe y sin darme las buenas noches: habría estado disculpándose durante toda la mañana siguiente. Y luego no le importaba que yo...
Seguían oyéndose ruidos. No, no iba a abrir los ojos. Como lo hiciera, Bleaky empezaría a ladrar para sacarme de la cama, y no podía ponerme a jugar con él tan tarde. Además, ya estaba atada.
Los ruidos empezaron a escucharse cada vez más cerca. Bleaks debía de haberse salido del cuarto de baño.
Traté de no darle importancia y seguir durmiendo, pero me intrigaba lo que mi perro se traía entre manos (o entre patas). Si lo hubiera oído correteando como un perro normal por la habitación, habría pasado de él. Sin embargo, ¿Qué eran aquellos zumbidos? Parecían los que hacía una moto en una autopista.
Deje un ojo abierto y el otro cerrado para ver lo que estaba pasando, pero me costaba localizar al perro entre tanta oscuridad. Lo malo es que el ruido había dejado de escucharse.
Cuando iba a cerrar de nuevo el ojo, volví a oírlo. Traté de fijarme en el suelo: había una mancha negra moviéndose de lado a lado de la habitación. ¿Bleaky? Qué curioso, la oscuridad de la habitación hacía que sus movimientos pareciesen más rápidos... ¿O no?
No, no era eso; conforme mis ojos se fueron acostumbrando a la poca luz, me di cuenta de que esa era la verdadera velocidad a la que se movía Bleaky. ¡Era imposible que fuese tan rápido! Aparecía en la esquina contraria a la que estaba en décimas de segundo, puede que en centésimas. No, no podía ser. Me estaba quedando dormida, sí. Estaba empezando a soñar cosas raras...
¿De verdad estaba dormida? Era la única explicación posible para lo que estaba pasando. Digo esto porque todo no acabó ahí: la parte más alucinante vino después.
En medio de sus carreras, Bleaky se paró. Debía de haberse cansado de correr. Esperaba que se durmiera ya.
Abrí el otro ojo con cautela, aunque me costó bastante por el sueño. Ahí estaba el perro, mirando fijamente la pared de la habitación. Se levantó y retrocedió, como si fuera a atacar.
Puede que me riera un rato.
Pero sucedió el milagro: a toda velocidad, Bleaky se precipitó contra la pared y desapareció. ¡Ya no estaba! ¿Se habría fundido con la pared? ¿La habría atravesado?
-¡Mirta! ¿Has visto eso?
Pero Mirta ya había llegado a la fase del sueño profundo. No iba a poder despertarla.

Por fin, cerré los ojos con delicadeza y sonreí. Reconozco que ese sueño había sido de lo más realista..

Junie sigue dibujando. ¡No para ni un segundo!
Aquí está su último trabajito, por si alguien lo quiere ver:
Best Friends! by JunieT on deviantART

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