El equipo

El equipo

A veces...

Lo más divertido de la vida es el no saber el qué te deparará el futuro, ¿verdad? ~Eria Jumps

(Esta historia es ficticia, o al menos según Junie; Eria aún se opone completamente a esta idea...)

Golden Podium es un proyecto tanto escrito como dibujado que lleva en pie desde 2012. Tenemos una novela, dibujos, tiras... ¡y hasta un Motion Book! #goldenpodiumcomic

6 feb 2014

50. De la mano

Es posible que estemos ocupadas en este momento... ¡por eso el capítulo se ha subido antes de tiempo!
En el anterior, las cosas se complicaron un poco... ¿Recordáis que huí del resto del equipo?
Esto fue lo que pasó:

Capítulo 50
Había encontrado un árbol caído sobre el que sentarme hasta calmarme del todo. Allí estaba, acariciándome y soplándome la mano que me había arañado, pero no duré sola ni cinco minutos ahí. Jetwick, que arrastraba a Mia de su mano, no tardó en encontrarme.
Cada uno se sentó a uno de mis dos lados. Mia trató de abrazarme, pero yo me aparté.
-Dejadme en paz. En serio, es lo mejor que podéis hacer.
Ni caso. Mia dejó de intentar abrazarme, pero ni ella ni Jetwick se movieron de mi lado. No levanté la mirada del suelo y traté de evitar hacer gestos con la cara; me estaba conteniendo, y eso no me ayudaba mucho a calmarme. Quería dejarme llevar, pero no podía hacerlo delante de nadie...
Jetwick me agarró la mano herida y me la apretó con fuerza, pero sin hacerme daño. ¿Había sido Jetwick alguna vez así de lanzado conmigo? Sabía que no, pero siempre sabía lo que hacer en el mejor momento.
Mia, sin decir nada, decidió hacer lo mismo con mi otra mano. Sentí como un cosquilleo subiendo por mis antebrazos; no me hacían falta las palabras para entenderme con esos dos. El simple roce de nuestras manos ya me quería decir que no estaba sola, que estaban conmigo.
¡No podían hacerme aquello! Como se me escapase una sola lágrima delante de ellos...
Pero conseguí no llorar. Aunque se me humedecieron los ojos, poco a poco se me fue olvidando el motivo de mi enfado. Aun así, seguía ahí. Me sentía como una idiota; no podía volver en ese momento.
En medio de esa especie de trance, escuché una voz que me llamaba a la distancia, acercándose cada vez más donde estábamos nosotros.
-¡Eria, por fin os encuentro! ¡No os podéis imaginar lo asustada que estaba! ¿estás bien?
Cómo no, esa era Mirta. Me daba un poco de miedo tenerla al lado; no quería preocuparla...
-Estoy bien. Deja que me calme primero un poco...
Ella se acercó sin decir palabra, y su presencia no me ayudó a quedarme con la boca cerrada; ya llevaba un rato mirando al suelo, y lo que más quería era desahogarme. Necesitaba que alguien me escuchara.
-La he liado, ¿verdad? -pregunté con cautela.
-¡En absoluto! -contestó Mirta-. Además, ¡todos nos equivocamos alguna vez! Y Teck se ha equivocado muchas más veces que tú. Tranquila, ya le he dado yo lo que se merece.
-En parte, él tenía razón. Puede que no sea tan buena capitana después de todo...
-¡Sin contar su voto, tienes todos los de los demás!
-No es sólo por él, Mirta. Hoy todos han estado en mi contra. ¿Y si no les gustan mis ideas?
-¡Les gustarán! Seguro que todo ha sido cosa de un mal día. ¡Mañana será mucho mejor, ya está!
Mia ahora se me había echado al brazo. Jetwick seguía de mi mano, apretándola cada vez más fuerte.
Necesitaba un momento de menos presión, algo de tiempo sola. Y, para colmo, uno más se unió al grupo.
-¡Aquí estáis! ¡Oye Jetwick, sí que corres! -gritó Delmet.
¿Por qué él? Sabía que no iba a convencerme para que me calmase. Necesitaba un grupo más pequeño.
-¡Vamos, capitana! ¡No podemos dejar que el resto siga haciendo el vago!
-Delmet, esto no ha sido buena idea. Haz que acabe la prueba. Estoy cansada de esto.
-¡Qué más da! Tu querías hacer las cosas bien ¿no? Entonces, ¿qué más da si al final no salen como esperabas? ¡Has hecho lo que has podido! Mirta me contó que estuviste hasta tarde planificando.
-¡Exacto! -dijo ella-. ¡Lo estabas haciendo muy bien! Lo malo ha sido el ambiente...
-¡Pero eso es culpa de los otros! -replicó Delmet-. ¡Si no quieren moverse, allá ellos.
-No debería haber programado esto con este horario...-dije.
-Bueno, pues no lo hagas la próxima vez, y listos. ¡O mejor! ¡Hazlo hasta que se decidan a actuar!
Al final, las palabras de Delmet me habían servido. Qué ironía, ¿verdad? Mirta me había ayudado, pero Delmet me había hecho dejar de sentirme culpable. Daba igual si me había salido mal; lo había intentado.
-¡Lo siento! -dijo Mirta-. He intentado estar atenta, pero no podía concentrarme. Tenía tanto miedo...
-¡Eri, yo lo siento más! -exclamó Mia-. ¡De verdad, sólo quería pasar más tiempo contigo! ¡Eres la mejor!
-No era nuestra intención ofenderte... ¡y eso es de parte de todo el equipo! -volvió a decir Mirta.
Jetwick no decía nada, pero ahora sonreía. A mí me faltaba poco para ponerme a llorar... de alegría.
-¡Y ahora vas a volver ahí y darles a todos lo que se merecen, capitana! -exclamó Delmet.
-Dadme unos segundos -les dije-. ¡Voy para allá en cuanto tome aire!
Ellos sonrieron y se marcharon. Ya no me hacía falta nada. Miré al cielo, respiré hondo y corrí tras ellos.


Por suerte, todo acabó más o menos bien...
¡Hasta el siguiente capítulo!

2 comentarios:

  1. June tu historia me ha enganchado. Pero me resulta extraño q no publicaras ayer. No es presion lo q t pido.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡¿QUÉÉÉ?! ¿No se ha publicado? O_O



      eslaúltimavezquemefíodelasentradasprogramadasasdasd >-<

      Eliminar