El equipo

El equipo

A veces...

Lo más divertido de la vida es el no saber el qué te deparará el futuro, ¿verdad? ~Eria Jumps

(Esta historia es ficticia, o al menos según Junie; Eria aún se opone completamente a esta idea...)

Golden Podium es un proyecto tanto escrito como dibujado que lleva en pie desde 2012. Tenemos una novela, dibujos, tiras... ¡y hasta un Motion Book! #goldenpodiumcomic

10 may 2013

12. ¿Y la cámara oculta?

Vaya, esta semana Junie anda más perdida de lo normal... está tan "inspirada" que no para de dibujar a todas horas. Incluso me ha dicho que tiene en la cabeza otras historias, que parecían bastante buenas por lo que me ha contado; hasta quiere hacer otro blog...
Espero que a mí no me deje tirada... aunque no creo que lo haga; ya casi es costumbre escribir un poco cada viernes.
Vamos a la historia: Yo acababa de llegar a la academia...

Capítulo 12

¿Cómo reaccionar? Acababa de llegar allí y casi no me había enterado.

Di un par de pasos cortos hacia la puerta. Estaba un poco incómoda con toda esa gente mirándome desde dentro del patio...

Parecía que el tiempo se hubiera detenido. Sé que me paré a contemplar la academia, pero a saber con qué cara me dediqué a hacerlo. Ante mis ojos era tan grande y yo era tan pequeña... literalmente, yo no era lo que se podía decir alta. ¿Para qué engañarnos? Soy diminuta.

El de la moto me habló:

-Tu equipaje ya está en tu respectiva habitación. Deberías visitar al director. Yo me encargo de hablar con la policía y arreglarlo todo; me identificarán y les explicaré lo ocurrido. No deben estar muy lejos.

Y, acto seguido, se fue. "¿Ahora qué?", fue mi primera pregunta. ¿Podría manejarme con tan pocas indicaciones?

Entré por la puerta metálica, abierta. Aquello no daba la impresión de ser un sitio "poco habitual": hasta se parecía un poco a mi antiguo colegio, solo que con más gente mirándome y murmurando, pero a mí me parecía tan diferente... Era como si estuviera frente a un edificio completamente distinto al que aparentemente se veía.

Decidí ir directamente a ver al director. Agaché la cabeza; ya me dedicaría a saludar más tarde al resto. En ese momento no estaba para saludos.

Una vez dentro, no tardé en perderme. No lo parecía, ¡pero, por dentro, aquel sitio era enorme, tal y como aparecía en mi mente! El diseño se parecía más al del interior de un aeropuerto que al de un instituto clásico.

Y lo mejor de todo: ¿Dónde estaría el director?

Anduve bastante rato por los pasillos buscando el posible despacho. Pasaba el tiempo... Tardé, pero lo hice: hallé una puerta con una placa. Esa era.

Llamé y esperé. ¿Debía abrir yo? No, la puerta se abrió desde dentro. Traté de entrar, pero antes que que hubiera podido darme cuenta, se me había quedado un pie pegado a la alfombra.

Qué raro... ¿Qué pasaba? ¿Acaso tenía pegamento?

Casi pasé más tiempo tratando de despegar el pie que buscando el despacho. Pasado un buen rato se me ocurrió algo: me eché hacia delante y apoyé las manos sobre el suelo, levantando después las piernas. Conseguí liberarme caminando con las manos. Girando hacia delante, pisé tierra firme de nuevo.

El despacho era un sitio pequeño y muy poco iluminado, con una mesa en el centro rodeada de algunas sillas, una de ellas vuelta hacia la pared de atrás. En ella debía estar el director.

Me senté en una de las sillas. Traté de saludar; no me respondió, pero un poco después me dijo:

-Llegas tarde. Tienes un impreso sobre la mesa. Más te vale rellenarlo.

Acababa de llegar y ya me daba miedo ese tío.

Se dio la vuelta. Era bastante alto y delgado, con gafas de sol, bigote negro despeinado y un flequillo que le cubría parte de la cara. Bueno, casi toda la cara.

Tampoco es que tuviera mucho tiempo de fijarme en cómo era. Vi que había varios bolígrafos sobre la mesa; tomé el que más rabia me dio e intenté escribir con él. No, no escribía. Traté de escribir en la palma de mi mano pero, en vez de tinta, lo que salió fue un chorro de agua. Qué surrealista.

El director me miraba con cara de pocos amigos. Mejor cambiar de boli.

Sacudí mi mano procurando no mojar el impreso, puse el bolígrafo "acuático" con los demás y tomé otro.

El segundo bolígrafo escribía con tinta rosa. En fin, al menos escribía. Pero el impreso... ¡No había una sola palabra en él que tuviera sentido! Todas las preguntas eran iguales: "¿Quién fue primero, la gallina o el huevo?" "¿Cuántas veces bostezas al día?" "¿Sabes lo que es un wombat?" etcétera.

Solo había leído el impreso por encima, pero el director me lo quitó antes de que pudiera completarlo. Acababa de meter la pata nada más entrar en la academia. Genial.

Él me tendió la mano y me dijo:

-Creo que usted ya ha hecho suficiente.

Le tendí la mano. A lo mejor había alguna forma de arreglar las cosas...

Pero, en cuanto le di la mano, me llevé una descarga eléctrica.

Quité la mano rápidamente. ¿Qué había pasado? ¡Nada de lo que estaba pasando tenía sentido!

Para colmo, el director agachó la cabeza y empezó inmediatamente a reírse a carcajadas. Me enseñó la mano y vi que tenía un botón en el dedo. ¿QUÉ? ¡¿Dónde estaba la cámara oculta?!

Entre risas, no paraba de decirme: "¡Has picado, has picado! Deberías haberte visto. ¡Deberías!"

Y entonces siguieron pasando cosas que NO me esperaba: el asiento de la silla del director empezó a bajar. Al mismo tiempo, el hombre se cambió las gafas de sol por unas de cristales redondos. Después se quitó LA PELUCA. Sí, no tenía pelo ¡Estaba medio calvo! Se bajó de la silla con un pequeño salto, y anduvo de un lado a otro por la habitación (todavía conteniendo la risa). No era PARA NADA alto y ya ni parecía peligroso. ¡Ese tipo había estado tomándome el pelo todo el tiempo!

-¿Para qué queremos nosotros ESTO? -dijo sosteniendo el impreso, que arrugó y lanzó hacia atrás, donde estaba la papelera. No encestó-. ¡Has picado como nadie! ¡Debería haberte grabado con la cámara de seguridad! ¡Si ya lo sabemos todo sobre ti! ¡El Señor Morrison, al menos, ya lo sabe! ¡Y por supuesto, tienes a este hombre delante!

¿...?

-Veamos lo que tenemos... tus datos, nombre, talla de ropa interior... bueno, eso todavía no, ¡pero quién sabe! ¡A lo mejor acabamos dando con ella! ¡O puede que esté hablando en BROMA! -se reía.

Efectivamente, TODA la mesa del despacho estaba llena de artículos de broma, aunque nadie lo habría adivinado por lo reales que eran las imitaciones. Me había dejado de piedra.

-¡Bueno! ¿Tu no venías por algo? ¿O era para escuchar alguno de mis chistes?

-Esto... ¡Ah, sí! Mi habitación... y tal -le dije poco convencida.

-¡Equipo G-89! ¡K-01! ¡S-67! ¡H-83!

-Esto... ¿Podría repetirlo?

-¡Era una BROMA! ¡Jajaja! ¡Y casi picas otra vez!

Uf, ya no tenía ni idea de como tratar con aquel tipo tan raro. Ahora sí que me había perdido.

Estuve un rato tratando de sacarle algo de información. Tardé bastante, pero acabé con el problema: pude encontrar tanto mi habitación como el próximo aula en la que tendría clase.

Por lo visto, ya me habían asignado en un equipo: el F-06. Me habían dicho todos los nombres de los componentes de mi equipo, aunque no conseguía recordar ni uno. Creo que éramos de ocho a diez.

Algo me sorprendía. ¿Cómo habría llegado ese lunático a ser director? Algún motivo tenía que haber...

Salí del despacho y llegué a mi habitación. Mis maletas estaban en la puerta. Al girar el pomo, vi que no iba a estar sola: había una litera en la habitación y algunas cosas de otra persona. ¿Quién sería?

De repente, me sentí algo observada. Me di la vuelta y pude ver, desde la puerta que había dejado abierta, a alguien que me miraba fijamente. Era una alegre chica de pelo negro recogido en dos grandes coletas bajas. Iba vestida con un top, una falda y unos zapatos color celeste. Por la forma en la que me miraba me recordó un poco a mi hermana Stephie.

Sonreía y me miraba con sus enormes ojos grises. ¡No paraba de mirarme! ¿Debía decirle algo?

Sonó la campana y, por fin, la chica se fue (dando saltos y tarareando una canción). Yo fui hacia mi aula correspondiente, rogando por que, por favor, mi compañero de habitación no fuese ningún lunático...


Ahí va el capítulo de esta semana. Ahora tengo que convencer a Junie para que se centre y duerma un poco esta noche...
¡Hasta el viernes que viene!

2 comentarios:

  1. ola june soy elena bueno te quería preguntar una cosa.
    Esto del diseño como lo cosigues en clase me los dices

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    1. 12 de mayo... hace tiempo que te dije cosas, espero que ya tengas todo claro ^^

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