El equipo

El equipo

A veces...

Lo más divertido de la vida es el no saber el qué te deparará el futuro, ¿verdad? ~Eria Jumps

(Esta historia es ficticia, o al menos según Junie; Eria aún se opone completamente a esta idea...)

Golden Podium es un proyecto tanto escrito como dibujado que lleva en pie desde 2012. Tenemos una novela, dibujos, tiras... ¡y hasta un Motion Book! #goldenpodiumcomic

9 ene 2014

46. ¡Manos a la máquina!

¿Pronto? Sí, no sé como voy a ir mañana de tiempo. En fin, aquí está la nueva entrada.
Este es el momento de ver el proyecto en el que estaban trabajando los inventores del equipo...

Capítulo 46
Creía haberme quedado dormida en Cultura. Menos mal que la tarde iba a ser mucho más entretenida: ya era hora de que todos conociéramos el secreto que Etsu y Teck nos habían estado ocultando.
Todos fuimos muy puntuales, ya que llegamos justo a la hora y casi a la vez. Teck y Etsu no tardaron mucho en abrir. Como siempre, fue Teck quien nos dio la bienvenida.
Hizo una reverencia y nos invitó a pasar con una amplia sonrisa.
-Te va a encantar... -susurró cuando Mirta pasó por su lado, aunque ella trató de ignorarlo.
La habitación parecía bastante normal para pertenecer a esos dos. Se veía claramente qué objetos pertenecían a cada uno: una enciclopedia, unos altavoces, un judogui perfectamente doblado sobre una cama, una caja de herramientas... Qué compañeros tan diferentes.
Pasamos al fondo mientras Teck se aseguraba de que la puerta estaba bien cerrada. Etsu puso la palma de la mano en un punto de la pared y dijo una palabra que no llegué a entender. Para mi sorpresa y la de algunos más, la pared se abrió dejando un hueco con unas escaleras.
Con Etsu delante y Teck detrás cerrando todas las puertas a nuestras espaldas, fuimos descendiendo a un pequeño pasillo. Cada vez estaba más oscuro. Etsu llevaba una linterna, así que no teníamos de qué preocuparnos (eso sin contar con las telarañas, claro, que no muerden. Además, no eran muy grandes).
La siguiente sala después de un pequeño pasillo era una especie de laboratorio con muchas piezas mecánicas sobre las mesas. Había tanto objetos científicos como tecnológicos.
-Etsu es el cerebro; Teck, la mecánica y la acción -me decía Bobby-. Dime algo. Hay demasiado silencio...
Pero yo no quería romper ese silencio. Me gustaba contemplar todos los artefactos que había de por medio. Además, todos estaban muy callados. Incluso Mia, quien se tapaba la boca con ambas manos.
Al final de esa sala había una puerta más, metálica y cerrada a cal y canto. En cuanto Etsu puso la mano sobre el pomo, se oyó un sonido metálico. Él empujó la puerta, la que se abrió al instante.
-Lo que inventan esos dos... ¿Te importaría distraerme un rato? -siguió Bobby.
Pero yo ya estaba maquinando algo. Si juntos eran capaces de construir ese tipo de cosas, tal vez yo podría encargarles algo como capitana. Ya me veía dando órdenes para que construyeran todo tipo de artefactos, todo para las competiciones y para entrenarnos. Sería increíble... ¿Por dónde debería empezar?
Habíamos pasado a un pequeño garaje. Los últimos rayos de sol se colaban por algunas partes del techo, así que ese lugar debía de estar comunicado con el exterior.
Etsu pulsó un botón de la pared y una última puerta, al final del garaje, comenzó a abrirse. La luz dejó ver un objeto tapado con una tela. Era bastante grande; no llegaba a los dos metros de altura, pero seguro que el largo del objeto superaba esa medida. ¿Era un vehículo? Debía ser un vehículo
Teck se acercó y levantó un poco la tela por el extremo.
-¿Todos listos para lo mejor? -preguntó como un presentador de televisión-. ¡Pues aquí está!
De un tirón, Teck quitó la tela que cubría el misterioso invento. Todos lo observamos detenidamente.
Era una furgoneta antigua. Pensaba que ya no quedaban de esas.
Aunque antigua, estaba como nueva, con unas letras en graffiti pintadas en los laterales. No entendía muy bien las letras, creo que en francés, pero la furgoneta en sí me había dejado maravillada. ¿De verdad estaba en nuestro poder?
-¿A que es preciosa? -dijo Teck dándole unos golpecitos.
-Hemos conseguido hacerle unos ajustes para que el número de plazas sea diez y ciertos mecanismos estén automatizados. También hemos intercambiado el uso de llaves por un sensor táctil y de voz. El volante, igualmente, ha experimentado ciertos cambios, así como las marchas y demás -explicó Etsu.
-¡Y ahora viene lo mejor! ¿Quién viene a dar una vuelta? -dijo Teck, tocando la puerta de la furgoneta. Ésta se abrió automáticamente.
Pasamos cuidadosamente al interior. Mia no; iba dando saltos y preguntando para qué servía cada cosa.
Teck conducía y Etsu era el copiloto. Mia y yo íbamos justo detrás. Jetwick se sentó cerca, pero sin estar justo al lado.
-Mejor que no toquéis nada, ¿Vale? -nos advirtió Teck.
-¡Anda! ¿Y para qué sirve el botón rojo? -preguntó Mia.
-¡NI SE TE OCURRA PULSAR EL BOTÓN...!
Demasiado tarde, Mia ya lo había pulsado. Aguanté la respiración, preparándome para lo peor...
Una plataforma cerca de la guantera se desplegó,  accionando el posavasos. ¿Ya está?
El mecanismo hizo que una foto que había en el salpicadero cayera al suelo. Teck lanzó una exclamación en francés y se apresuró a guardarla en la guantera. Qué curioso, pensaba que Teck sólo hablaba en francés para ligar y quedar bien. ¿Sería su lengua natal?
-¿Un botón rojo para un simple posavasos? ¡Pero qué cutre! -exclamó Delmet.
-¡Lo sabía! ¡Eria, más te vale controlarla si quieres que esté aquí! -dijo Teck refiriéndose a Mia.
-¡Vamos Teck! ¿Por un posavasos y una foto? ¡Ni que fuera una verdadera razón de peso!
-¡No es una foto cualquiera! Es...
Tartamudeó algo y agachó la cabeza. Lanzó un lento suspiro para relajarse.
-En fin, mejor que se esté quieta, ¿ok?
Me hacía gracia ver a Teck así por esa tontería. ¿Qué tendría aquella foto…? Ah, espera, creo que ya lo sabía. En realidad, me imaginaba cualquier cosa de aquel pervertido.
-Teck, no es necesario continuar esto. Mejor olvidarlo y arrancar el vehículo.
-Bien, Etsu, tienes razón. ¡Arranque! -dijo poniendo las manos sobre el volante.
El sonido del motor comenzó a sonar como por arte de magia. ¿Es que todo era automático? Y, para colmo, la puerta del garaje también se estaba abriendo sola.
-Un sensor de movimiento con cámara -puntualizó Etsu.
Ya íbamos a salir. Teck hizo avanzar la furgoneta al exterior, abriendo las ventanillas para poder lanzar un grito de alegría.

¡Queda menos para mi cumpleaños! Dos años desde mi creación... En serio, se me hace raro decirlo.
Junie ha puesto de fondo canciones fiesteras de Fall Out Boy para celebrarlo... algunas no pegan con la situación, pero bueno...mejor que nada.
Además, ahora no voy a fastidiarle a Junie la idea...

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