El equipo

El equipo

A veces...

Lo más divertido de la vida es el no saber el qué te deparará el futuro, ¿verdad? ~Eria Jumps

(Esta historia es ficticia, o al menos según Junie; Eria aún se opone completamente a esta idea...)

Golden Podium es un proyecto tanto escrito como dibujado que lleva en pie desde 2012. Tenemos una novela, dibujos, tiras... ¡y hasta un Motion Book! #goldenpodiumcomic

24 ene 2014

48. ¡Con los ojos cerrados!

¡Una semana más! Tras la locura de la furgoneta se acerca la noche. Por desgracia, los angelitos no aparecieron ese día para colarse en mis sueños...

Capítulo 48
No me parecía buena idea acostarme pronto una noche cercana a mes impar, así que en vez de irme a dormir empecé todas las tareas que tenía para otros días. Como acabé más pronto de lo que esperaba, me puse a a pensar que más podía hacer. Si era la capitana del equipo, a lo mejor podía hacer algo útil.
-¿Estás ocupada? -me preguntó Mirta dulcemente, asomando la cabeza.
-Es una especie de tabla... -le expliqué-. Mira, aquí están nuestros nombres. En esta columna están las habilidades, en esta otra las debilidades de cada uno...
-¡Qué buena capitana eres, Eria! ¡Es una forma estupenda de organizarse!
-¡Gracias! Sólo quiero hacer bien mi trabajo, nada más.
-¡Así seguro que acabas llegando a la Sala Cima! ¡Como tu abuelo!
¿La Sala Cima? Era demasiado pronto para hablar de ella. Además, había que tener en cuenta que mi abuelo consiguió un hueco en esa sala tras haber muerto. ¿Podría llegar yo... estando viva?
-En realidad tampoco es para tanto... Mirta, ¿podrías ayudarme con esto? No sé qué poner...
Ella se acercó un poco para ver lo que tenía escrito.
-Imala tiene muy buena puntería, por ejemplo. Etsu y Bobby son los más fuertes, pero Bobby no controla su fuerza y Etsu sólo la usa en defensa propia...
-Me faltan las debilidades de todos. Bueno, las de Mia y Bobby las tengo: la falta de control y demás...
-A ver... yo, por ejemplo, no soy muy fuerte y a Bobby no se le da bien ni la velocidad ni la resistencia. Imala no es muy flexible, Etsu no es muy rápido y, bueno... Teck es penoso en hípica.
No me sorprendió mucho que sólo usara la palabra "penoso" para Teck. A los demás los analizaba de una forma demasiado dulce y constructiva. ¡Ni parecía una crítica de verdad!
-¿Y qué hay de Jetwick y Delmet? -le pregunté-. No tengo casi nada de ellos.
-Uf... no sabría qué decir de Delmet. ¡A mí me gusta tal como es! ¡No sabría decir sus debilidades!
Vaya con la amistad. Mientras Mirta pensaba, aproveché y apunté que el punto fuerte de Delmet era la resistencia, por no tener amor propio y ser tan cabezota.
-¿Y Jetwick? -levanté la cabeza al acabar el apaño-. Estoy en blanco...
-Lo siento, yo también... Pero no pasa nada, seguro que se te ocurre algo. ¡Parecéis tan amigos!
Traté de pensar, pero nada; siempre me iba a sus cualidades. Sólo se me ocurría como defecto su timidez, que no tenía nada que ver con el deporte. Era el más rápido de todo el equipo, ¿pero qué más?
-Tu llevas más tiempo aquí... ¿No se te ocurre nada, Mirta?
-¡Menos que a ti seguro! Eria, aunque sólo lleves unos pocos días aquí, ya parece como si nos conocieras desde hace siglos.
-Hay gente muy predecible en el equipo, pero Jetwick se me escapa... ¡No sé qué defectos tiene!
-Pon los deportes estáticos y con mucho público. Ya sabes que Jetwick tiene pánico escénico.
-Es verdad. Lo controla, pero lo tiene. Gracias por todo.
-¡No hay de qué! Será mejor que nos vayamos ya a dormir.
-Ve tú; yo iré en cuanto acabe. Además, se acerca un mes impar, y ya sabes... Aún no quiero dormirme.
-¡Tampoco será para tanto! ¡Trataré de ayudarte! Ahora será mejor que descanses un poco.
-A veces descanso más despierta que dormida, te lo aseguro. En fin... no tardaré. Voy en cinco minutos.
Ella se apartó de mí con una sonrisa cálida. Vi por el rabillo del ojo que se cubría con las sábanas y cerraba los ojos tras darme las buenas noches. Era tan dulce y adorable... Ojalá que nada la despertara durante la noche.
Acabada la lista, me acosté también, durmiéndome en seguida.
Como era de esperar, soñé de nuevo con el traidor. Esta vez su recuerdo no se mezclaba con el de la escena del castigo, sino que se repetía una y otra vez. No me levanté de la cama, pero dije cosas raras en voz alta mientras dormía. Creo que llegué a hacer un sonido parecido a una risa. ¿O era un llanto?
Por culpa de aquella noche mi rendimiento en Práctica al día siguiente no dio para mucho. Encima, ese día teníamos prueba de atletismo, concretamente de cuatrocientos metros. 
Al dar la salida, me quedé atrás. Sabía que Jetwick iba el primero con mucha ventaja y que Bobby, a pesar de lo despacio que iba yo, se mantenía el último. Debería tomar notas sobre las puntuaciones de algunas pruebas... para... comprobar...
Mi mente se fue quedando en blanco. No me había acostado tan tarde, pero me caía del sueño. Poco a poco fui perdiendo visión hasta empezar a verlo todo negro.
-¡Eria! No me digas... ¡Despierta!
¿Mirta? No sabía cómo había llegado hasta mí tan rápido. Habría jurado que estaba más lejos.
-¡Eres increíble! ¿Cómo puedes hacer esas cosas? ¡Eres genial!
¿Qué? ¿Estaba soñando? Si era así, mi sueño no tenía sentido.
Parpadeé. Ahora estaba de pie, justo al final de la meta. Todos... menos Bobby, que estaba a punto de llegar. ¿Habíamos acabado? Para ser un sueño, todo era bastante realista.
-Menuda remontada, capitana. ¡No había quien te pillara! -dijo Delmet, que parecía agotado.
-Uau, Eri, cómo corres -dijo Mia.
¿Correr? Pues era verdad que me notaba cansada, con la impresión de haber corrido. Espera, un segundo...
-¡Eria, has completado la prueba mientras dormías! ¿Estabas dormida de verdad?
Vale, ahora sabía que estaba despierta.¡Y no podía creer lo que estaba oyendo! Bueno, en parte no me sorprendía tanto.
-¿Qué he hecho exactamente? -pregunté a los demás para asegurarme.
-Primero te has parado y luego has seguido corriendo mucho más rápido. Lo normal... -dijo Teck con ironía.
Y, por fin, Bobby llegó a la meta. Se arrodilló a besar el suelo sin hacernos mucho caso.
-¡MENOS CHARLA! -gritó Tank-. ¡QUIÉN OS HA DADO PERMISO PARA...!
Y, justo a tiempo, el timbre. Tank se alejó de nosotros refunfuñando para recibir al siguiente grupo.
Teníamos que llegar hasta el aula para la siguiente clase y tener a Bobby tumbado sobre el suelo no nos ayudaba mucho. Suerte que Delmet consiguió hacer que se levantara (no me preguntéis cómo, pero lo hizo correr hasta la puerta sólo con acercarse a él). De todas formas, para eso era el subcapitán: para hacer que el equipo marche.
Mirta se acercó a mí con curiosidad.
-Una vez escuché que es muy difícil saber cuándo un sonámbulo está dormido o no. ¿Lo estabas de verdad?
No se me ocurrió otra cosa que girarme hacia a ella y decirle con una sonrisa:
-Créeme, puedo hacer muchas cosas más dormida. ¡Imagina entonces lo que puedo hacer despierta!

Alucinante, ¿verdad? Lo dejamos aquí. ¡Hasta el siguiente capítulo, que creo que promete!

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