¡La
primera entrada del año! ¡Año nuevo, vida nueva! ¡Y quedan diez
días para mi segundo aniversario! Dos años desde mi creación y
doce de vida... Qué lío.
Ah,
hemos actualizado las otras páginas del blog. Echadles un vistazo
cuando queráis, hemos añadido cosas muy interesantes.
¿Por
dónde íbamos? Creo que por aquel momento en el que entramos en la
Sala Cima. ¡Un lugar impresionante! Veamos qué pasó al día
siguiente...
Capítulo
45
Física
a primera hora. El profesor era un anciano con el pelo largo y blanco
y una graciosa barba del mismo color. Iba vestido con ropa elegante
de color azul marino. Era simpático y explicaba bastante bien, pero
yo tenía la mente en un asunto diferente a la explicación.
Se
acercaba un mes impar, y con ello aumentaban mis sueños raros.
Aquella noche había soñado con lo que había pasado el día
anterior, con el castigo para ser exactos. En mi sueño caía sobre
el barro, tal y como había sucedido realmente, pero en ese momento
el chico al que estaba siguiendo se daba la vuelta y sonreía. Ambos
nos reíamos de mi torpeza y, finalmente, él se acercaba a mí y me
ayudaba a levantarme.
Así
fue como nos hicimos amigos.
Unos
segundos después, ese chico no estaba. En su lugar era Delmet el que
me ayudaba a levantarme, guiándome hasta la meta durante todo el
camino. ¿No era eso lo que había pasado en realidad?
Era
bastante evidente lo que había pasado en mi sueño: dos de mis
recuerdos se habían mezclado.
Creía
saber el porqué: porque en el castigo de verdad, cuando Delmet
estaba ayudándome a levantarme, el otro chico había aparecido en mi
mente durante menos de un segundo. No había podido recordarlo hasta
que el sueño me había dado aquella pista.
¿Por
qué? No creía que Delmet se pareciera al chico de mi sueño; por
ejemplo, no veía a Delmet capaz de ser un traidor, sino más bien al
contrario. El parecido estaba en la situación, no en la persona.
Sin
saber muy bien por qué, estos dos recuerdos me traían a la mente un
tercero: una chica rubia vestida con una minifalda rosa acercándose
a mí. Sí, creía acordarme de esa chica: había intentado hablar
conmigo aquel mismo día en el que me había dejado caer desde la
segunda planta de mi antiguo instituto tan sólo unas horas después.
"¿Tú
no eras la que estaba siempre con aquel chico tan majo? ¿El que
sefue del cole?" me había preguntado. Casi todos
los que habíamos llegado nuevos a ese instituto veníamos del mismo
colegio.
"Le
está bien empleado. A mediados de curso se convirtió en
alguien...distinto. Sólo se preocupaba por sí mismo. ¡Hasta
intentó quitarme del medio! Sabía que se iba y me atacó por la
espalda, a mí y a todos. Suerte que ya no lo voy a volver a ver. Y
yo que confiaba en él... Me lo había prometido..."
Creo
que eso fue lo que le respondí. Era muy raro que me acordase tanto
de aquel traidor últimamente... Creía que ya había superado todo
aquello.
-¿Eria
Jumps? Ejercicio cinco, página tres. Creo que sabrás hacerlo, es
bastante fácil -me llamó el profesor.
-¿Yo?
Esto, sí... ¡ahora mismo salgo!
Salía
la pizarra a resolver el ejercicio. Eso necesitaba: distraerme un
poco.
En
el descanso me acerqué todo lo que pude a Mia y a Jetwick. La
llegada de Delmet había ocupado tanto mi tiempo que apenas había
podido estar con ellos. Necesitaba estar un poco más con mis amigos,
aquellos que nunca me dejarían ni traicionarían. Al menos, eso
esperaba de ellos, y para eso estaba el juramento que habíamos hecho
en el estadio.
Sin
embargo, una vez más, Delmet reclamó la atención de todos:
-¿A
que no sabéis lo que descubrimos ayer? ¿Recordáis a Aéreo Jumps,
ese antiguo alumno que la palmó? ¡Pues resulta que él y la
capitana son parientes!
Todos
se quedaron impresionados, casi más que yo cuando vi el cuadro de mi
abuelo en la Sala Cima.
-Nunca
me habría imaginado que había visto tu rostro... en la Sala Cima
-dijo Etsu.
-¡Si
es que eres igual! ¡Tengo que verte al lado del cuadro y comparar!
-me dijo Bobby.
Todo
el equipo me examinaba lanzando exclamaciones.
-¿Y
se te ha ocurrido el parecido a ti solito? -preguntó Teck a Delmet.
Cómo no, la pacifista de Imala trató de evitar que los dos
empezaran a pelearse o que Mirta se metiera entre los dos. Cuando
Mirta perdía los papeles, olía ser ella la que intervenía antes.
-¡Tontos!
¡Si yo ya lo sabía! ¿Es que no os habíais dado cuenta antes?
-preguntó Mia. Todos la miraron como si quisieran decir: "¿Y
porqué no lo habías dicho antes?"
-¿Qué
parentesco guardas con Aéreo Jumps, nuestra líder? -Preguntó
Imala.
-Es
mi abuelo. Sé que cayó desde un acantilado o un precipicio en una
competición cuando yo ni había nacido, pero nada más. La verdad es
que en mi familia no se habla mucho de él...
-¡Ese
tío es genial! -gritó Delmet-. Arriesgó su vida por la
competición. ¡Eso es ser un verdadero héroe!
-Una
vez tuvimos que hacer un trabajo sobre alguien de la Sala Cima
-añadió Mirta-. Yo elegí a tu abuelo. ¡Fue genial! Aunque tampoco
tenemos mucha información sobre él en este sitio...
-¿Os
piden ese tipo de cosas? Es decir, hacer trabajos así y demás.
-¡Pues
sí! Y creo que Jetwick también eligió a Aéreo para el trabajo,
¿no es así?
Él
asintió un poco avergonzado al ver esta coincidencia.
No
sabía que mi abuelo fuese tan conocido en Golden Podium. Supongo que
su muerte lo volvió un poco más famoso de lo que ya era: ahora
hasta tenía un sitio reservado en la Sala Cima.
-Pues
yo también tengo algo interesante que contar -dijo Teck con un tono
algo fantasma. Muy suyo...
Mirta
trató de no darle una bofetada. Todavía no había dicho nada, pero
si hablaba con ese tono...
-Nuestro
proyecto funciona a la perfección. Ayer Etsu y yo hicimos una
prueba...
-Y
no hay ninguna anomalía. Creo que podríamos usarlo próximamente
-terminó su compañero.
-Próximamente,
en la cartelera de Golden Podium... ¡el misterioso proyecto de Etsuy
Teck! -exclamó Bobby.
-¿Y
de qué estamos hablando exactamente? -pregunté.
-Ah...
¡Ya lo verás! Te va a encantar, a ti y a todos. -Teck le dedicó
una mirada de "persona interesante" a Mirta.
-Eso
habrá que verlo, creído -respondió ella con un suspiro.
-¿Sería
lo más adecuado organizar una reunión para esta tarde? -preguntó
Etsu.
-¡Sí,
perfecto! Esta tarde os haremos una demostración. ¿Alguien se
apunta? -nos animó Teck.
-Supongo
que podría ser un buen plan -dije-. No me fío mucho de ti, pero
Etsu es mucho más sensato.
-¡Ya
empezamos! -se quejó Teck-. ¡Pero si yo soy de fiar!
-¡¡¡Venga
ya!!! -gritamos todos a la vez.
-Vale,
vale, tampoco es para tanto. ¿Por qué siempre yo?
-¡Equipo!
¡Reunión esta tarde al final del horario, delante de la habitación
de Etsu! ¿Qué os parece?
Los
chicos no parecían muy decididos, pero poco a poco todos se fueron
animando: teníamos demasiada curiosidad por saber en lo que había
estado trabajando aquella pareja durante todos aquellos días.
-Oye,
que la habitación de Etsu también es la mía... -dijo Teck un poco
molesto.
-Bueno,
eso da igual. Lo importante es saber el punto de encuentro, ¿no? -le
respondí.
-Qué
fácil te ha sido olvidarte de mí -suspiró algo irritado.
-¡No
creas, si es de lo más difícil! Bueno, es obvio que tú también
vives ahí dentro. No te he nombrado porque sé que no soportas no
ser el centro de atención.
-Es
decir, que te diviertes al molestarme.
-¡Exacto!
-Eres
la mejor capitana del mundo. Ironía.
-¡Pues
muchas gracias por la ironía! ¡Y suerte con el cacharro de esta
tarde!
Qué
se le iba a hacer... Era verdad que me divertía fastidiar a Teck.
Esperaba no pasarme mucho con él.
Ya
era la hora de volver a clase, así que fuimos todos juntos. Mia,
Jetwick y yo íbamos unos pasos más atrás que el resto.
-¿Cómo
creéis que será lo de esta tarde? -les pregunté.
-¡Genial!
¡Megagenial! ¡Los inventos de esos dos son geniales!
Jetwick
no dijo nada. Se encogió de hombros y sonrió mirando al cielo.
¿Qué sera? ¡Por fin están dispuestos a decírnoslo!
Por
cierto, aprovechando la oportunidad: Junie me ha pedido que os pase
este enlace. Según ella, es “para que podáis ver la preciosidad
que ha hecho”:
No hay comentarios:
Publicar un comentario