Capítulo
65
Etsu era casi tan
rápido como Mystery, creo, pero él lo era en combate y ella en
desplazamiento, lo que los dejaba a ellos en desventaja; dicen que la
mejor defensa es un buen ataque.
En realidad, lo único
que hacía Etsu era defenderse de los rivales contestando a sus
golpes con otros diferentes. Precisamente, las artes marciales iban
sobre eso: utilizar la lucha en defensa propia.
Recuerdo que, de
pequeña no entendía muy bien eso de las artes marciales.
¿Defenderse sin atacar? Por muchas veces que mi tío me lo
explicara, nunca lo veía como algo útil. Si en esos momentos
hubiera visto cómo luchaba Etsu... lo habría entendido todo de
golpe.
Cada vez que lo
atacaban, él los inmovilizaba y los acababa apartando de él uno a
uno. No le hacía falta la ayuda de nadie; podía con todos él sólo;
es decir, con las tres personas que trataban de ir a por él.
Teck se había dejado
de espectáculos y se ocupaba de atacar por sorpresa mientras los
demás luchaban contra Etsu, quien no tardó en hacer retroceder a
Rex moviendo rápidamente los brazos.
Cómo no, Teck se
acabó cansando de estar en un segundo plano, y acabó por luchar
junto a Etsu. No usaba para nada las manos; sólo utilizaba los pies.
Se notaba por sus movimientos que lo que se le daba bien a Teck era
el fútbol, no las artes marciales, pero se las apañaba bastante
bien de esa forma. Etsu y Teck juntaron las espaldas, utilizando
movimientos parecidos y sincronizados. Ambos eran diferentes, pero se
complementaban a la perfección.
Rex, cansado de que
le ganaran terreno, se lanzó hacia los chicos demostrando lo poco
que usaba la cabeza cuando quería. Etsu lo bloqueó con una llave
grácil y rápida que lo acabó dejando fuera de combate. No se supo
muy bien lo que había pasado, pero ahora Rex estaba aturdido en el
suelo.
-¡Hala, que lo ha
dormido! -exclamó Bobby.
-¿Qué ha
pasado?¡Quiero saberlo! -me gritó e insistió Mia.
Estaba impresionada,
había que reconocerlo. Etsu podría haberme avisado de que sabía
hacer esas cosas antes de dejar que yo planeara cualquier estrategia.
-Mia, ni yo lo sé...
es un misterio. Supongo que es parte de su estrategia.
Mia pareció
frustrada al ver que ni yo podía contestar a su pregunta. Jetwick, a
mi otro lado, no podía quitarle los ojos de encima a Rex, quien fue
apartado por Mystery hacia un lado, cerca del tronco del árbol. Al
igual que a mí, la táctica de Etsu lo había dejado de piedra.
Por desgracia,
todavía quedaban Mystery y Ridley. Ahora que Rex no les estorbaba,
habían aprovechado para atacar a la vez con golpes sincronizados.
Teck trató de ayudar a Etsu, pero Ridley siempre se lo quitaba de
encima rápidamente; su intención era ir directamente a por el más
fuerte.
Si Ridley hacía
retroceder a Teck cada dos por tres, Etsu estaría sólo todo el
rato. No podíamos quedarnos ahí arriba sin hacer nada.
-Delmet, voy a bajar
-le advertí, bajando de la cubierta con un salto antes de que
pudriera detenerme.
-¡Capitana, ni se te
ocurra! -gritó él cuando aterrizando de pie en el suelo, como de
costumbre.
Vaya, su grito me
había delatado. Ahora tendría que moverme rápido.
En cuanto Ridley me
vio, dejó a Etsu con Mystery y vino a por mí. Se veía venir que
ese era su plan desde el principio.
Cuando me acerqué,
cambió la dirección de sus golpes e intentó darme, pero yo los
esquivé todos rápidamente. Di una voltereta hacia atrás para dar
una patada en el aire, pero entonces él me esquivó a mí. Aterricé
sobre las manos y salté de nuevo para ponerme de pie frente a él.
Ridley dobló el
brazo hacia atrás y se acercó hacia mí. Haciendo que me moviera
hacia donde él quería dando puñetazos al aire con el otro brazo,
consiguió colocarme justo en el punto en el que podía darme de
lleno con un golpe de gracia. Al ser un impacto directo, me era
imposible esquivarlo.
Cerré los ojos y me
pareció notar... ¿nada?
Retrocedí a toda
velocidad y me aparté del punto de mira de Ridley. ¡Su golpe se
había detenido! O, mejor dicho, alguien lo había detenido. Alguien
de mi equipo.
Al levantar la
cabeza, esperaba ver justo delante de mí a Etsu, o quizás a Teck...
pero no, ¡era Jetwick!
Mi amigo había
conseguido atrapar el puño de mi rival con la mano para frenar su
golpe en el aire. El bloqueo se había convertido en una especie de
forcejeo, y ambos contrincantes hacían fuerza hacia delante como si
fueran a echar un pulso. Ridley trató de dar a Jetwick un puñetazo
con la mano que tenía libre, pero le pasó exactamente lo mismo que
en su primer golpe; ahora que usaban las dos manos para forcejear,
aquello sí que parecía un pulso, ¡con la diferencia de que el
objetivo era derribar al contrario en vez de hacerle doblar los
brazos! O un poco las dos cosas...
Las caras de ambos
eran todo un poema. Pocas veces había visto a Jetwick con una mirada
tan fulminante como la que tenía en ese momento, por muy serio que
fuera. ¿Estarían usando su máxima fuerza? Puede, aunque no lo
sabía bien. Eso sí, tenía que ayudarlo.
Ignoré por completo
los gritos y llamadas de atención de Delmet; Me incliné hacia
Ridley y le asenté un buen golpe con el hombro. Funcionó: él
perdió el equilibrio mientras yo lo empujaba hacia abajo con la mano
para saltar por encima de él y aterrizar de pie. Casi acabo haciendo
caer a Jetwick con mi maniobra al derribar su punto de apoyo, pero a
él le bastó con inclinarse hacia el lado contrario y retroceder
unos pasos para volver a equilibrarse. Justo lo que me esperaba de
él.
¡Dos contra uno,
otra vez! Ya tenía ganas de volver a luchar sincronizada con
Jetwick, de la misma forma de la que lo había hecho en aquel partido
de balón prisionero, en el que no había balón que se nos
resistiera. ¡Estaba deseando hacerle una pequeña demostración de
nuestra coordinación a Ridley!
Delmet seguía
intentando llamar nuestra atención, pero ni caso.
¿Y qué fue lo más
sorprendente? ¡Que, cuando Ridley se disponía a atacar de nuevo,
vimos que alguien más lo inmovilizaba por la espalda! ¡Y ahora era
Mia!
Mientras él sacudía
los brazos para intentar apartarla, oí el ruido de algo cayendo al
suelo, cerca de los pies de Ridley. ¡Era la pistola!
En cuanto la vi, me
deslicé por el suelo y rodé sobre él para quedármela antes de que
Ridley pudiera recuperarla. Dar vueltas por el suelo en vez de en el
aire no era lo mío, pero me las apañé. ¡La tenía!
Ridley trató de
golpear a Mia girando los brazos con movimientos parecidos a los que
solía usar en esgrima, pero Mia se lo estaba poniendo difícil: la
forma de la que se movía era totalmente impredecible, inclinándose
hacia los lados y hacia atrás casi al extremo gracias a su
flexibilidad. Puedo asegurar que un cuerpo normal sería incapaz de
girarse de esa forma.
Los de nuestro equipo
nos veían tan animados que, con suma cautela, dos miembros más
decidieron bajar: Delmet e Imala. ¿He dicho con suma cautela? Imala
saltó del árbol forma grácil pero con fuerza, mientras Delmet se
lanzaba al suelo casi de cabeza a por los rivales. Menos mal que Rex
ya no participaba...
Imala había dejado
su arco y flechas en el árbol para luchar cuerpo a cuerpo. Menos
mal, porque sus flechas me asustaban un poco cuando estaban a punto
de ser utilizadas.
Bobby y Mirta eran
los únicos que quedaban en la cubierta de arriba. Mejor dejarlos
ahí; eran demasiado fáciles de impresionar, y AHORA era cuando
empezaba la pelea de verdad...
Del ataque a distancia pasaremos al combate cuerpo a cuerpo. Ya veréis cómo sigue la cosa. ¡Y hasta e capítulo de la semana que viene!
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