El equipo

El equipo

A veces...

Lo más divertido de la vida es el no saber el qué te deparará el futuro, ¿verdad? ~Eria Jumps

(Esta historia es ficticia, o al menos según Junie; Eria aún se opone completamente a esta idea...)

Golden Podium es un proyecto tanto escrito como dibujado que lleva en pie desde 2012. Tenemos una novela, dibujos, tiras... ¡y hasta un Motion Book! #goldenpodiumcomic

30 may 2014

66. Cambio de terreno

Tenemos una mala noticia: puede que, dentro de un par de semanas, no podamos subir capítulos.
Entre el tiempo y los planes cuesta un poco avanzar... haremos todo lo que podamos.
Pero... ¿por qué no leer de nuevo algunos capítulos anteriores hasta entonces?

Capítulo 66
La pelea se había convertido en una batalla encarnizada en toda regla: puños que lanzaban golpes al aire, patadas de todo tipo, rápidos intentos de evasión, lanzamientos de piedras, giros...
Yo seguía con la pistola en la mano, y trataba de usarla lo mejor que podía para distraer a los contrarios y hacerlos retroceder. Podría haber disparado al chico endeble del pelo rizado y las pecas, pero pensé que no era muy buena idea ir a por él. Además, me daba un poco de pena hacerlo.
Noté una ligera brisa a uno de mis lados, y vi que era Jetwick quien la había provocado. Se dirigía hacia Delmet, quien estaba intentando retener a Mystery; aunque lo había intentado todo para atraparla, ella siempre lo esquivaba.
Deslizándome con los pies hacia un lado, recargué la pistola rápidamente y disparé hacia Mystery.
Ella dejó la mirada perdida unos instantes, como si acabara de recibir una visión o hubiera notado que alguien le hablaba. Parpadeó, y entonces se impulsó hacia atrás, apartándose de Delmet y esquivando mis disparos. Aterrizó sobre el suelo lentamente, como si algo la sostuviera en el aire antes de dejarla caer.
Lo que ella no se esperaba era que Jetwick ya se le había acercado por la espalda, poniéndole las manos sobre los hombros para que no se moviera, no sin sonrojarse al hacerlo.
Delmet, triunfante, corrió a ayudar a Jetwick para inmovilizar a Mystery. Ahora, cada uno la sujetaba por un brazo. Ella ni trataba de resistirse, y tenía cara de estar aburriéndose una barbaridad.
Me quedé esperando unos segundos para ver si hacían algo con ella, pero ninguno de los tres se movía. ¿A que estaban esperando? Los chicos me estaban mirando como si quisieran algo de mí...
Espera, creo que querían que yo le pegara por ellos. ¿Qué pretendían? ¿Que le disparara mientras la inmovilizaban? ¿No era eso ser un poco cruel?
Menos mal que escuché a alguien que gritó a mi espalda:
-¡Sois unos gallinas! ¿Qué pasa, que no os atrevéis a pegarle porque es una chica? ¡Uf, pues vaya tontos!
Obviamente, era Mia, quien se acercó a Mystery hasta que sus caras quedaron a milímetros de distancia.
Mia sonreía, Mystery permanecía impasible... Y, entonces, Mia abofeteó a Mystery fuertemente, haciéndola girar la cabeza al golpearla.
-¡Pues ya está, ya le doy yo! -exclamó.
Aunque la actitud y el gesto inexpresivo de Mystery creara un ambiente algo tenso en ese momento, ver a Mia en acción era desternillante.
-¿Contenta? -preguntó, mirando fijamente a Mia a los ojos.
Ella no dijo nada, pero le respondió con una risita alegre que lo decía todo.
Ya que habíamos atrapado a Mystery, lo mejor que podía hacer era enfrentarme directamente a Ridley, quien debía estar luchando contra Etsu y Teck e Imala en ese momento.
Vi por el rabillo del ojo parte del gran árbol central, bajo el que seguía tumbado Rex. El chico no estaba inconsciente, pero sí aturdido. Qué raro, no oía bien a los demás...
Si no los veía a mis lados, Ridley debía de estar justo a mi espalda... ¡Preparado para ir a por mí!
Me moví hacia un lado en cuanto se me pasó esto por la cabeza. Primeo me sentí un poco tonta al creerme lo que acababa de pensar, pero cuando vi que había conseguido esquivar a Ridley de verdad...
Incliné la cabeza al lado contrario para esquivar su siguiente ataque, pero mi rival dio unos pasos al frente para pasar por mi lado, cosa que yo no me esperaba. Completamente decidido, atrapó a Mia por la espalda y la sujetó aferrándola por los brazos. Tendría que haberme esperado algo así de cruel, viniendo de él...
-¡Suelta, bruto! ¡Déjame o te pego! -gritaba Mia mientras pataleaba.
-¡Ni se te ocurra tocarla! -grité a Ridley, procurando sonar lo más enfadada posible.
-Qué pena, ya lo estoy haciendo... -me contestó él.
Había sido una idiota si se me había ocurrido pensar que Ridley me haría caso. Mientras lo fulminaba con la mirada, Mia trataba de liberarse. Sus intentos por resistirse eran inútiles .
-Pero podríamos hacer un pequeño cambio... -extendió una mano mientras mantenía presa a Mia con el brazo contrario y alargó su dedo índice hacia Mystery-, y te sugiero que empieces tú. Como has sido la primera en tomar rehenes...
Ahora Delmet era el único que sujetaba a Mystery; Jetwick se había apartado con un paso lateral de ellos, con las mejillas encendidas. La chica nos miró al ver que nos referíamos a ella, pero no parecía muy atenta a lo que estábamos diciendo.
-¡Mira quién fue a hablar! -le contesté, cada vez más enfadada-. ¿Y qué pasa con Mirta? ¿Es que eres demasiado idiota como para darte cuenta de ese detalle?
Ridley agitó la mano, como para intentar tranquilizarme.
-Las damas primero -insistió. No podía sonar más impertinente.
No podía soltar a Mystery; estaba claro que se trataba de una trampa. Para colmo, Ridley cada vez sujetaba a Mia con más fuerza, y mi amiga había pasado de gritarle a rogarle entre sollozos para que la soltara. Y pensar que Delmet casi ni se atrevía a rozar a Mystery... No sabía qué hacer.
Pero Jetwick no iba a quedarse de brazos cruzados, por supuesto. No había soltado a Mystery por gusto, sino que había aprovechado para escabullirse por detrás y hacer que Ridley soltara a Mia.
Ridley se dio cuenta de que Jetwick estaba detrás un poco más tarde de lo que debía, y no esquivó del todo el golpe que le habían dado. La embestida de Jetwick lo hizo tambalear y separó a Mia de él; la chica vino a mis brazos con láminas diminutas en los ojos en cuanto se vio libre.
Le acaricié un par de veces la cabeza para tranquilizarla. Me recordaba tanto a mi hermana Stephie...
Dirigí la mirada de nuevo hacia Jetwick para ver cómo podía ayudarle, pero me olvidé de la idea en cuanto vi la que se traían entre los dos.
La tensión que había entre ellos era palpable, y cada uno tenía la vista fija en el otro, con los ojos echando chispas de la furia. Vi que Ridley intentaba darle un golpe con el brazo imitando sus movimientos de esgrima, y que Jetwick esquivaba todos sus intentos de darle. Giros completos para cargar ataques, defensa con las piernas flexionadas, ataques en medio de desplazamientos... Estaban usando sus mejores armas. Era imposible saber quién iba ganando.
Estaban tan concentrados en su pelea que ninguno de nosotros se atrevía a interrumpirlos. Ambos estaban dando lo mejor de sí, y se movían con una seguridad que podría haber hecho que la tierra temblara. Ellos dos, su terreno y sus movimientos; no cabía nada más en ese combate.
Y, cuando más impresionados estábamos, cuando más admiración sentíamos, cuando llegamos al punto en el que el cuerpo nos pedía gritar de orgullo por nuestro equipo...
-¡¿Qué se supone que está pasando?!
Ambos chicos detuvieron la pelea de golpe, apartando a su oponente con un empujón que los hizo retroceder a la vez. Aunque ya no se movían, la forma de la que se miraban seguía siendo la misma.
-¡Vosotros dos! -exclamó una voz de mujer con un toque masculino- ¿Una pelea en nuestro recinto? ¡Eso es algo intolerable! ¡Esto os va a costar algunos puntos pétreos en vuestro historial, ya veréis!
Rufina estaba parada justo delante de la puerta. Por detrás de ella, como de costumbre, estaba el “vigilante oficial” de la academia: Tank Higgan.
-Ridley Left -dijo el profesor, completamente serio- espero que tengas motivos para explicar esto. Y en cuanto a otros... -dirigió sus ojos hacia Jetwick con una mirada fulminante, pero no llegó a acabar la frase.
Si nos castigaban, que era lo más seguro, algo me decía que aquel no iba a ser un castigo como los demás. ¿Por la guerra de comida? Es uno de los motivos. ¿Porque una pelea es una falta grave? Pues otro motivo. Podría pasarme un par de semanas dando motivos como esos... pero ninguno de ellos me mentalizó tanto como para que me sintiera como me sentía entonces, porque había un motivo principal por el que me sentía frustrada.
Y este motivo apareció justo detrás de Tank. Nos miraba con los ojos como platos. Nos hacía sentirnos culpables y preocuparnos. Medía menos que Tank, tenía el pelo castaño, ropa de colores brillantes y un silbato plateado colgado del cuello.
Tania Tyler, nuestra entrenadora, también nos había pillado. Ese era el motivo.

-Chicos, ¿qué es lo que ha pasado? -preguntó dudosa, negando tristemente con la cabeza.

¡Esperamos hacer lo máximo posible por avanzar!
PDTA: Dentro de un par de días... ¡June va a ser un año más vieja! (Por algo su apodo es June y no May, digo yo...)

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