El equipo

El equipo

A veces...

Lo más divertido de la vida es el no saber el qué te deparará el futuro, ¿verdad? ~Eria Jumps

(Esta historia es ficticia, o al menos según Junie; Eria aún se opone completamente a esta idea...)

Golden Podium es un proyecto tanto escrito como dibujado que lleva en pie desde 2012. Tenemos una novela, dibujos, tiras... ¡y hasta un Motion Book! #goldenpodiumcomic

15 jul 2021

103. Rumores fugaces

Capítulo 103 

Estaba hasta las narices de Ridley. No sólo le habían regalado un puñado de puntos cima que los colocaba por delante de nosotros, sino que aprovechaba cada oportunidad para decirme discretamente algo que me sacara de mis casillas. Habíamos coincidido en una práctica de natación, y yo ya no podía más con él.
Me dio un empujoncito hacia el borde de la piscina para desequilibrarme.
-Ten cuidado, Jumps: no queremos que te ahogues.
Aquello ya era el colmo. Por suerte, gracias al plan de Jetwick, eso estaba a punto de cambiar.
En el comedor, Teck entrelazó los dedos con interés con ese toque entre elegante y afeminado tan suyo.
-Así que queréis que extienda un par de rumores que levanten un poquito nuestra reputación, ¿no es así?
Asentí. No había otro mejor que él para encargarle el recado, y necesitaba que lo cumpliera cuanto antes mejor: dentro de poco tendríamos que preparar a Jetwick para la maratón de Azuria, y no podía permitirme estar con la cabeza en otra parte durante los entrenamientos. Además, si no acabábamos pronto con la fama que se había ganado el equipo de Ridley, tarde o temprano se volvería contra nosotros; mientras estuviéramos "en deuda" con ellos, no los podríamos ni tocar.
-Normalmente cuando me piden estas cosas suelo querer algo a cambio, pero ¿sabes qué, Eria? Ya que éste pequeño asunto nos interesa a todos por igual, estaré encantado de hacerte el favor.
Teck cambió de mesa. ¿Qué iría diciendo por ahí? Tenía curiosidad por saberlo, pero me preocupaba que el rumor se nos descontrolase al ir de boca en boca y le diese la vuelta a lo que quería hacer saber. Aun así, recordar el arte que tenía Teck para esas cosas me dejaba más tranquila.
Estornudé.
No sería nada grave, pero qué rabia de resfriado. Lo tenía desde el día de la excursión y, por suerte era la única secuela que me había quedado de mi caída al mar. Menos mal que se me pasaría pronto.
Menudo mal rato había pasado aquel día. Entre la caída, el frío y demás cosas había acabado tan agotada que me fui a la cama nada más llegar a mi habitación. Me había pasado toda la tarde y la noche durmiendo.
Desde entonces, tenía constantemente pendiente de mi estado a todo el equipo -e incluso a gente fuera de él-, algo que en parte me irritaba.
"¿De verdad me ven como alguien tan... débil?"
Era la imagen que Ridley quería que diese: quería que la gente me viera como a una princesa en apuros. Si dijera que ésto no me afectaba, estaría mintiendo: no creo que tenga que hacerle caso a alguien como Ridley, pero invitar a la gente que me rodeaba a que pensara como él de una forma tan subliminal me parecía demasiado.
-Eria, ¿cómo estás? -hablo Mirta. Aprecio muchísimo a Mirta, pero no es que estuviera siendo muy oportuna.
-¿Cómo voy a estar? -reí con incomodidad-. Chicos, por favor, ni que fuera tan... delicada.
Gran parte de mi equipo me evitó la mirada, como avergonzado. ¡Por fin se daban cuenta!
-Aunque cabe destacar que aún puede llegar una nueva amenaza.
Etsu acababa de llegar. Estaba de pie, al lado de nuestra mesa, y sostenía su bandeja entre las manos. ¿Cuánto tiempo habría estado allí escuchando?
-¿Cómo dices, Etsu?
-He oído que le habéis pedido ayuda a mi compañero para extender unos rumores -se sentó, ajustándose las gafas-. Eso ha sido un error. Teck no tardará en propagarlos, lo que quiere decir que existe una alta probabilidad de que Ridley quiera detenerlos y reaccione... en unos minutos.
Exclamación generalizada. Abrí bien los ojos: tenía razón.
-Bueno, y... ¿qué hacemos? -tamborileé sobre la mesa con los dedos.
-Articular un plan contra su reacción- susurró.

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