El equipo

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A veces...

Lo más divertido de la vida es el no saber el qué te deparará el futuro, ¿verdad? ~Eria Jumps

(Esta historia es ficticia, o al menos según Junie; Eria aún se opone completamente a esta idea...)

Golden Podium es un proyecto tanto escrito como dibujado que lleva en pie desde 2012. Tenemos una novela, dibujos, tiras... ¡y hasta un Motion Book! #goldenpodiumcomic

15 jul 2021

108. Nunca es tarde para jugar

Capítulo 108
-Eria, estás pensando mucho -me corto el paso Mia-. Si sigues pensando tanto, te dolerá la cabeza.
Me detuve en mitad de la ladera de hierba que estábamos subiendo, acariciándome la barbilla. Estaba anocheciendo, pero como la zona en la que estábamos no estaba restringida, no teníamos prisa.
-Era un caballo, Mia -reflexioné-. Brillitos era un caballo.
Ella inclinó la cabeza hacia un lado.
-¡Era un caballo! -abrí las manos, pero no levanté la voz-. ¿Por qué no empezaste por ahí?
-¿Por qué tendría que haber empezado por un sitio sí y por otro no?
-Mia... -suspiré-. Un unicornio. Le dices a todo el mundo que es un unicornio.
-Es que para mí es un unicornio. ¿Eso... es mentir?
-¡No! Pero... es complicado.
Me aparté del camino, eligiendo un lugar sin demasiados árboles el que poder sentarme. Mia y Jetwick se acomodaron a mi lado.
-Mia, los unicornios... -me interrumpí, mirando al cielo-. No... no son muy comunes. Si dices que tienes uno, no te van a tomar en serio.
-Me da igual- infló las mejillas.
-Mia, por favor, sé que me estás entendiendo. Hablas sobre unicornios y dejas que la gente piense lo que quiera sobre ti. A ti no te importa, ¿pero qué hay de nosotros? ¿Crees que me gusta que no te tomen en serio?
Ella, de perfil a mí, inclinó la cabeza y negó.
-Eri... no lo estás entendiendo.
En cuanto elevó la vista, algo en ella me hizo contener el aliento. Reflejaba una actitud seria y confiada que en la vida le había visto antes.
-Soy Mia -comenzó-. Me gustan los unicornios, los helados y las muñecas. Si no me gustasen esas cosas, no sería Mia.
"Cuando era pequeña, jugaba con mis amigas. A todas nos gustaba lo mismo... pero, un día, ellas ya no querían jugar más. Cambiar está bien, pero cuando tú no quieres cambiar y las otras niñas se ríen y quieren que cambies, deja de ser tan bueno.
Yo seguí jugando. Jugar no es malo; son los niños que quieren parecer mayores los que piensan que lo es. Se lo dicen a los demás y, entonces, todos tiran sus cosas y se olvidan de lo que les gusta. Les dejan de gustar los superhéroes, las princesas, y ya no les gusta nada. Pero bueno... por lo menos los toman en serio. Aunque, la verdad, yo no me tomaría en serio a alguien que no es feliz con nada."
Su reflexión me dio que pensar. Quise decir algo, pero un enorme vacío me arrancaba las palabras.
-Capi, te entiendo -continuó, ahora con una sonrisa-. Tú y Jetwick sois mis amigos y queréis que me trate bien, pero es que la gente no tiene ni idea. Eria... -me miró fijamente a los ojos-, ¿tú me tomas en serio?
Asentí sin desviar mis pupilas.
-Pues ya está -nos rodeó con los brazos unos segundos para acortar distancias-. Vosotros me conocéis. Sabéis que soy más cosas, que guardo más secretos.
-Pero Mia... -me asaltó una duda-. Guardas secretos. Tú y tu padre sabéis más que cualquiera sobre lo que pasa en la Academia. ¿Que escondas tantas cosas no te hace quete comportes... como alguien que no eres?
Ella sonrió atrevida: le había gustado mi pregunta. Por fin sabría la verdad sobre el papel que parecía interpretar.
-Sí, sé mucho, pero “no decir” no es como mentir -se tapó la boca como si escondiera una risita-. Además... me gusta hacer como que la vida es un juego, porque así todos los días se vuelven emocionantes. Mejor eso que darle miedo a los demás con mis secretos, ¿no? No querrían jugar.
-Es decir, que todos esos rumores sobre tu cara oculta son... ¿falsos?
-Eso creo: yo soy como soy. Lo que pasa es que hace falta conocerme para darse cuenta de que no soy lo que parezco.
Esa frase me trajo de vuelta delante de todas las personas frente al despacho. Para ellos, Ridley era el héroe, yo la princesa en apuros... ¿de verdad me importaba? ¿De verdad tenía que demostrarles cómo era para que... me tomasen en serio?
-Capi... -me interrupió Mia-, estás pensando otra vez. Así sólo harás que Jetwick se preocupe.
Él se sonrojó de golpe. Su mundana reacción no pudo más que arrancarme una carcajada.
-Jetwick... -sonreí con ojos tristes-. Siento haber estado tan metida en mis cosas esta semana. A partir de ahora, estaré más en la competición.
-¡Lo harás! -contestó Mia por Jetwick, quien estaba tan colorado que me preocupaba que se le cortase la respiración-. Pero antes... ¿preparada para que Ridley se entere?
-¡Totalmente! -me levanté, respondiendo con un tono tan exagerado que mi respuesta sonó aún más obvia de lo que ya era-. Créeme, ese no sabe lo que le espera. Ya verás cuando estemos cara a cara.

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