El equipo

El equipo

A veces...

Lo más divertido de la vida es el no saber el qué te deparará el futuro, ¿verdad? ~Eria Jumps

(Esta historia es ficticia, o al menos según Junie; Eria aún se opone completamente a esta idea...)

Golden Podium es un proyecto tanto escrito como dibujado que lleva en pie desde 2012. Tenemos una novela, dibujos, tiras... ¡y hasta un Motion Book! #goldenpodiumcomic

15 jul 2021

117. Línea de salida

Capítulo 117

-Muy bien, repasemos... -lista en mano, eché un vistazo de arriba a abajo a la equipación de mi compañero-. ¿Llevas los guantes de leds? Jetwick asintió.
-¿Las zapatillas atadas? ¿El micro encendido? ¿Estás seguro de que lo llevas todo?
-Eria, que no eres su madre -se mofó Teck.
-Calla un momento, ¿quieres, Teck? ¿No puedo tomarme la molestia de que mi compañero esté preparado ?
Jetwick sonrió. Hacía un día soleado, despejado y con la temperatura perfecta para salir a la calle sin abrasarse de calor. De momento todo había salido a pedir de boca y no esperaba menos de la carrera.
La verdad es que nos habíamos esforzado bastante para dejar todo cubierto antes de aquel día. Hasta habíamos escondido una cámara el cuarto de Jetwick por si Ridley se la jugaba mientras dormía, pero ni un solo movimiento sospechoso. Eso me hacía pensar en dos opciones: o Ridley sospechaba de que estaba siendo grabado o creía que podría con nosotros, cosa en la que, por supuesto, estaba equivocado.
-Bien, Jetwick, parece que estás listo -le coloqué las manos sobre los hombros-. Recuerda: nos tienes ahí. Usa los guantes y el micro, ¿de acuerdo? Y, oye...
No sé por qué me dio por hacerlo, pero lo abracé. Fue algo espontáneo, algo que ni siquiera pensé antes de hacer. Lo que leéis: yo, Eria Jumps, dando abrazos.
-...buena suerte, Jetwick. Confiamos en ti.
Tras el abrazo, me lo vi con la mirada perdida y sonrojado de pies a cabeza, creo que sonriendo. Se dio la vuelta para comenzar a caminar hacia la línea de salida, pero sus pasos eran lentos y torpes. Si se tropezaba antes de llegar, con algo de suerte caería sobre césped.
Lo despedí con la mano. Se había esforzado muchísimo a pesar de todo lo que había pasado recientemente. Debo confesar que estaba muy orgullosa de él.
Cuando me giré, me vi a todo mi equipo poniendo caras traviesas, juntando las yemas de los dedos y levantando las cejas. Sus sonrisas bobaliconas me ponían nerviosa.
-Venga, no seáis así -puse los ojos en blanco-. ¿Cuántas veces tengo que decir que no hay nada de eso?
-¿Nada que tú sepas? -Bobby bajó la cabeza-. Eria, ¿tú te has visto?
-Ha sido divertido -rió Mirta, tapándose la boca con una mano.
Suspiré. A decir verdad, nunca me había parado a pensar en ello con detalle. ¿Qué debería haber?
Antes de que pudiera llegar a ninguna conclusión, mi equipo ya se había esfumado. Miré a mis lados y los encontré caminando hacia el horizonte, a varios metros de distancia: tuve que esprintar para alcanzarlos.
Golden Podium no se encontraba excesivamente lejos, así que apenas gastamos tiempo en ir al aparcamiento subterráneo y meternos en la furgoneta, ahora convertida en nuestro transporte de suministros. Hasta le habíamos retocado el sistema de radio para poder comunicarnos mejor entre nosotros. Empezaba nuestra parte del plan, la más divertida de todas.
El plan era simple: nos mantendríamos comunicados por auriculares conectados a la radio y sabríamos el estado de Jetwick gracias a los guantes de leds: sólo tendría que pulsar un par de botones sobre sus nudillos y la señal se enviaría a un panel con símbolos como caras sonrientes, exclamaciones y demás cosas que nos dirían si iba bien o no.
-Teck, Etsu, activad la radio- ordené-. Llamad a Legend.
Delmet no estaba con nosotros en aquel momento: era el encargado de aportar la vista aérea desde su ala delta, así que debía estar a punto de salir si es que no estaba ya en el aire. La radio soltó un pequeño zumbido antes de que pudiéramos oír su voz.
-¡Ey, capitana! ¡Hace un día estupendo para levantar el vuelo!
-Dejemos el teatro aparte, Legend. ¿Cuánto te queda?
-Sólo saltar, ¡y me muero de ganas por hacerlo! En cuanto esté os mando la imagen, OK?
-Entendido. No tardes demasiado.
En cuanto Legend echase a volar, lo veríamos todo desde la tableta de Etsu. No podía esperar para ver cómo funcionaba el invento.
-¿Nos ponemos en marcha? -preguntó Teck echando la vista atrás, preparado para soltar el freno de mano.
-Por supuesto -lo apunté con el índice. El motor comenzó a ronronear-. Mia, ¿tienes el informe sobre los rivales que se han presentado a la carrera?
-Tornado está -no paraba de mover las piernas, como si ver tantos nombres juntos le hiciese una tremenda ilusión-, no sé, el resto son de fuera, Eri. Espera: está Allan, de los malos del D-32
Levanté una ceja.
-¿Quién es Allan?
-Lo conoces seguro -habló Bobby-. Es el chaval este del D-32 que llama poquito la atención.
-Yo también lo recuerdo -Etsu enderezó la espalda desde el asiento del copiloto-. Se trata del estudiante con aspecto enfermizo que sirvió a Left durante los acontecimientos de la guerra de comida.
-Sí, el que sujetaba las cajas de cereales -puntualizó Teck.
-¿Ese? -se podía notar en mi voz que me resultaba difícil creerlo. No pude evitar bromear sobre el asunto-. ¿Ese chico tiene nombre?

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